Nos dirigimos al aeropuerto, Jordi llevaba ya todo el papeleo, habíamos parado a un bar de mala muerte a recogerlos pero no preguntaba más por lo cansada que me encontraba de esto.

-¿Estás lista para comenzar esta nueva vida?

-No tengo muchas opciones, Jordi, pero no puedo negar que me entusiasma

-España te va a encantar, en serio

-No lo dudo ni un poco

-Sigo lamentando tanto todo esto

-No lo hagas, Jo… estamos juntos.

-Tienes razón

Subimos al avión, me senté mirando por la ventanilla; mi vida cambio radicalmente en muy poco tiempo y ahora no sabia que era lo que nos esperaba, básicamente dependíamos de Clara y yo no confiaba en ella…

-¡Farah! ¡Se hace tarde!- Al escuchar el grito cerré mi computadora de golpe, frunciendo un poco el ceño, siempre que terminaba un capitulo de la historia de Jordi mi corazón se hacia chiquito, ojalá lo que escribía se hiciera realidad y Jordi regresara a mi vida pero la verdad es que jamás apareció…

-¿Qué hacías, eh? –Clara salió de la sala comiendo unas papas y yo sonreí negando.

-Escribía cambiantes

-Uhm… ¿Algún día me dejarás leerla?

-No te va a gustar tu personaje

-Pero me gustaría leer de mi hermano

-Se que sí, prometo que cuando acabe te la enseñare

-¿Por la garrita?

-Por la garrita

Después de la desaparición de Jordi, Clara y yo decidimos mudarnos juntas para sobrellevar todo, no niego que el tiempo ayudaba pero el vacío de no saber nada de Jordi no se iba ni siquiera con la historia.

Tal vez algún día llegaría y me diría que es cambiante, que nos teníamos que ir del país para vivir juntos lejos de todo pero nunca paso.

Me quede aquí esperando al igual que Clara.