Adicción Comunicación

Desde la Mesa de Acción por el Aborto Legal en Chile abogan por una Convención Constitucional, que tendrá conformación paritaria, donde se puedan garantizar derechos, también los sexuales y reproductivos, y dejar atrás la Carta Constitucional aprobada durante la dictadura de Pinochet.

El “Apruebo” y la Convención Constitucional no sólo ganaron, sino que arrasaron al Rechazo y la Convención Mixta. Con ello el pueblo de Chile, a pesar de las restricciones y miedos instalados por el Covid 19 y las campañas del terror, se pronunció en forma clara y contundente por un cambio profundo, que incluye la exclusión de parlamentarios y parlamentarias que pretendían mantener el poder a través de la convención mixta. Una verdadera bofetada a la clase política que por mucho tiempo hizo y deshizo sin lo social.

Llegó la hora de la ciudadanía, de los movimientos sociales, de esa multiplicidad de actorías que se han manifestado en las calles, tocaron sus cacerolas semana tras semana, se organizaron en sus barrios frente al hambre y también participaron en la franja electoral de la televisión, sin recursos, con lo mejor de sus voces y mensajes, llamando a poner fin a 40 años de una Constitución impuesta a punta de metralletas.

Queda a la vista que las mujeres organizadas lograron, en un tiempo muy breve, explicar que la Convención Mixta no era mixta por incluir a mujeres y hombres, sino por entregar la redacción de la Constitución a quienes son señalados con el dedo como responsables de no atender las demandas de justicia, de igualdad, de dignidad de la población y que era necesaria la paridad en el órgano constituyente, como garantía de que la nueva carta magna no olvidará dichas necesidades.

Este triunfo aplastante, que dejó a la vista el lugar donde se asienta el poder de los beneficiados por el orden instituido por la Constitución del 80, marca un cambio de ciclo, que los partidos políticos deberán ceder poder a los movimientos, a las organizaciones, artífices de esta subversión de la política, trasladada a las calles, expresada en marchas, caceroleos, cantos y barricadas, cuando las instituciones políticas, en especial el gobierno, fueron incapaces de acoger las angustias y dolores ciudadanos.

Pero fue un “acto de fe”, junto con los mensajes a la sociedad y a la política tradicional. Porque no hay garantía de que los partidos políticos estén escuchando esos mensajes y que estén dispuestos a ceder poder, muy especialmente, en que la Convención Constitucional incluya representantes de las organizaciones y movimientos. Más aún, que aprueben los escaños reservados para los pueblos originarios respetando su cosmovisión paritaria, y la inclusión de personas que viven con discapacidad.

Como Como Observatorio de Género y Equidad hemos participado activamente en este proceso y compartimos aquí las voces de líderes que, previo al 25 de octubre, describen las luchas, propósitos y metas feministas para la nueva Constitución.

Se habla mucho de una constitución feminista, tenemos claro como sería una constitución de ese tipo porque la hemos trabajado hace mucho tiempo, está escrita en muchas partes. Pero también sabemos que no va a ser tan fácil el proceso constituyente, aquí no hay nada garantizado, por lo que no podemos parar de trabajar y movilizarnos. 

Aún hay algo que resaltar y es que muvhos y muchas dudan que a través del movimiento se puede lograr algo, pues aquí la prueba viva de que el feminismo lo puede cambiar todo!

Fuente: oge.cl