El trasplante de barba es posible gracias al continuo desarrollo de la ciencia, y le brinda una alternativa a los hombres que no pueden desarrollar una barba por sí mismos. Antes de abordar el proceso del trasplante de barba, hablaremos brevemente de su objetivo.

Objetivo del trasplante de barba
Según el El Dr. Rafael Estrada de la Clínica DREO, el objetivo del trasplante de barba es lograr un crecimiento natural a partir de un patrón, dirección y ángulo adecuados. Además, se tiene mucho cuidado de no dejar cicatrices en la piel.

La zona donante por excelencia es la parte posterior de la cabeza, lo que faculta a la barba de propiedades adaptativas porque los folículos de la cabeza suelen contener múltiples cabellos, lo que permitirá que la barba sea rasurada, cortada y peinada sin que eso le impida crecer.

¿Cómo ocurre el trasplante de barba?
El trasplante de barba se realiza de manera similar a los implantes de cabello, por lo que hay dos técnicas que destacan: la técnica FUE y la técnica de tira. Entre estas dos, la técnica FUE es la más popular porque no deja ninguna cicatriz visible en la zona donante.

Todo empieza por extraer una raíz del pelo de la zona donadora en la cantidad deseada. Esta raíz debe ser colocada en la zona donante en el ángulo que el paciente desee que crezca. Los folículos se insertan de manera que no corten la piel, lo que reduce el tiempo de plantación.

Posterior al trasplante, el área donante tendrá una apariencia roja oscura ya que habrá coágulos sanguíneos donde los folículos fueron insertos. En un procedimiento normal, la barba empezará a crecer de 3 a 4 meses después de la operación.

El trasplante de barba ofrece resultados permanentes, otro de sus grandes puntos positivos. Considerando esto, es que este procedimiento aparece como una buena oportunidad para brindarle a tu aspecto físico un detalle que puede incrementar tu confianza y atractivo.