EL DIABLO ENCENDIÓ LA BOMBONERA: TOLUCA DERROTÓ 3-1 A PUEBLA

Toluca vivió otra tarde de fiesta. Desde horas antes del silbatazo inicial, el Nemesio Diez comenzó a teñirse de rojo: playeras escarlatas, tambores, banderas ondeando y el característico grito de “¡Diablos, Diablos!” bajando desde las gradas. La Jornada 8 del Apertura 2025 prometía emociones, y cumplió con creces.

El rival, Puebla, llegó con la intención de arruinar la celebración. Ordenado y combativo, trató de cerrar espacios. Durante los primeros minutos, el juego se disputó entre la paciencia toluqueña y la resistencia camotera. Cada intento de Alexis Vega era recibido con un rugido de la afición; cada despeje poblano, con un murmullo de impaciencia.

El rugido del primer gol

Al minuto 31, el estadio explotó. Una jugada a balón parado terminó en los pies de Federico Pereira, que fusiló con la derecha para el 1-0. El grito de gol fue ensordecedor: la Bombonera ardió, literalmente, y no hubo quien no levantara los brazos al cielo.

La hinchada ya olfateaba la goleada. Robert Morales, incansable, estuvo cerca de ampliar la ventaja con un cabezazo y después con un tiro libre al poste. Cada intento era acompañado por el clásico “¡uhhh!” que estremecía las tribunas.

Un cierre de película

En la segunda parte, Puebla se atrevió y metió un par de sustos, pero la figura de Luis García bajo los tres palos mantuvo la calma. Entonces llegó el momento que partió la tarde en dos: Jesús Gallardo, con un zurdazo implacable al minuto 80, hizo estallar de nuevo el infierno en Metepec.

La Franja respondió con orgullo y descontó al 87’, desde el manchón penal, con Fernando Monárrez como ejecutor. La afición visitante apenas alcanzó a celebrar cuando, en la siguiente jugada, ocurrió la escena más emotiva de la tarde: Oswaldo Virgen, canterano rojo, se estrenó en Primera División con un golazo de media vuelta. Corría el minuto 89 y el Nemesio Diez era un manicomio de júbilo.

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