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Toluca Femenil encaró el partido con el estilo ofensivo y retador que le conocemos, confiando demasiado en la velocidad y el encare de Mauleon que, si bien, mostró destellos, también enseñó falta de ritmo y que las fiestas navideñas le están pasando factura. La primera del partido, la tuvo presisamente Mauleon, que acompañó el desborde de Andrea que sirvió al corazón del área a Miranda, que se quedó corta en el remate, la pelota le cayó a Mauleón que sacó un disparo a primer palo, el estadio cantó el primer gol, peeeeeero la silbante anuló la anotación pues, consideró que Mauleon había quedado en fuera de lugar, era apenas el minuto 6. Tres minutos después, Carolina Miranda robó un balón en media cancha, filtró la pelota al hueco por donde entraba Mariel Roman, que quedó en mano a mano y fusiló sobre la derecha de la guardameta, Toluca ganaba 1 - 0. La visita no bajó los brazos, se levantó, se sacudió el polvo, se concentró y descubrió el punto débil de las rojas, entonces, apretó desde la salida y neutralizó el medio campo, intentaron ser ofensivas, pero, afortunadamente, el fuelle no les alcanzó.

Las Diablillas, resintieron la ausencia de Liliana, ni Andrea, ni Brenda, ni Karen, que ingresó por Brenda, tuvieron la capacidad de controlar la media cancha y el equipo se partió, Dirce, Meis y Parra, tuvieron que salir con pelotazos brincando líneas buscando latiguear con Mauleon y Román, a las que les faltó picardía y piernas.

Esta vez, el equipo rojo fue un equipo chato, al que se le cerró el mundo cuando las poblanas se decidieron a correr las bandas y aprobar disparos de media distancia, Dayán, empezo atener mucho trabajo y tanto fue el cántaro al agua.... Las universitarias lo consiguieron, llegó el empate.

Toluca no dejo de luchar, pero, no, esta vez, no fue suficiente, la cintura roja dejó de funcionar y murió desde el minuto 30 y ni la incorporación de Becerril, ni los esfuerzos de Andrea, consiguieron reanimarla. El corazón de este equipo necesita cirugía mayor.

Lobos BUAP Femenil, se llevó un merecido punto del infierno y dejó un mar de dudas en la afición y en el ánimo de Juan Carlos Mendoza, que, aún no encuentra la forma de resucitar su medio campo.