En 1950, el director Luis Buñuel se embarcó en un proyecto cinematográfico que revolucionaría la narrativa audiovisual al exponer una historia desgarradora y realista. La película retrata un mundo marcado por la pobreza extrema y la desesperación, especialmente entre niños y adolescentes desamparados que luchan por sobrevivir en un entorno carente de amor familiar y con necesidades económicas urgentes que les impiden satisfacer necesidades básicas como la alimentación y la educación.

El largometraje expone sin tapujos la marginación en los barrios más pobres de la Ciudad de México. Los personajes principales, inmersos en esta miseria, son retratados en toda su desdicha, mientras que el ambiente inhumano e indigno impregna cada escena. La película muestra las consecuencias devastadoras de esta situación, atrapando a los personajes en una espiral de degradación moral y física, donde los peores vicios emergen como resultado inevitable.

En 2003, Los olvidados fue declarada Memoria del Mundo y Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, lo que la convierte en la única obra cinematográfica mexicana con este reconocimiento. Sin duda merece ser vista y apreciada por su significado y su contribución al patrimonio cinematográfico mundial.

Información tomada de: https://ocec.edu.mx/blog/los-olvidados-y-su-realidad-pesimista