Los años bisiestos existen porque necesitamos ajustar nuestro calendario al año solar, que no es un número entero de días. El año solar tiene 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos, y esto hace que el calendario común de 365 días se retrase aproximadamente un cuarto de día cada año. Sin años bisiestos, el calendario se desfasaría, y las estaciones, como el verano, cambiarían drásticamente de fecha en el transcurso de los siglos.

Los antiguos romanos enfrentaron este problema cuando usaban un calendario lunar que no seguía bien las estaciones. Para mantenerse en sincronía, añadían un mes extra cada cierto tiempo, pero esto generaba confusión. Julio César propuso el calendario juliano, que incluía un día adicional cada cuatro años. Sin embargo, esto aún no era perfecto, y para corregirlo, el papa Gregorio XIII introdujo el calendario gregoriano en 1582. Este calendario mantiene la idea de años bisiestos, pero con una regla más precisa: los años divisibles por cuatro son bisiestos, excepto los años centenarios que no son divisibles por 400.

Este ajuste mantiene el año gregoriano en línea con el año solar, aunque sigue siendo ligeramente más corto. A pesar de ello, los problemas de desajuste son mucho menos frecuentes que bajo el calendario juliano, ocurriendo solo cada varios milenios.

Información tomada de: https://cnnespanol.cnn.com/2024/02/28/anos-bisiestos-por-que-trax/