El amor que tenía para ti ya no será para nadie. Me diste con tu partida el más profundo de los dolores. Partida. Despedida. Añoranza. Partida de madre. Despedida de dientes. Añoranza de los orgasmos no logrados. Me quitaste sin saberlo la dicha de amar así a alguien.
Nunca voy a perdonarte.
Perdonar. Perdonarme. Perdonarte. Perdonarnos. Perdón por ser tan imbécil
(-No hay cuidado estamos acostumbrados).
Perdón por haber amado. Perdón por haber dicho: no te vayas.

Perdón por no poder perdonarte.

Perdón por las palabras no dichas.

Perdón por las veces que te dije te amo y quería decir te odio.
Perdón por no poder dejar de amar.
Perdón por no poder dejar de amarte.
Eso es lo que me aterra. Mi luto emocional no sanará con los días porque como dice Bunbury "El tiempo no cura nada, el tiempo no es un doctor" y bien decía José Alfredo: " Nadie sobrevive a 500 botellas de tequila" y a mi desesperanza ya no la apaga el licor.
Me odio más a mí que a ti. Está en tu naturaleza ser un mal nacido. Eres hombre. Raza maldita. Descendiente de Caín.
Ponga su corazón en la trituradora que usted prefiera. La costumbre marca que elija aquella menos confiable, aquella que se acerque más a la imagen del ideal, de belleza y amor, concebida en sus años de febril adolescente, alimentada por años de estadía frente al televisor.
Cuando alcance los niveles de enamoramiento deseables presione el botón de encendido.
Mire su corazón hacerse una mierda. No llore. Aguante la respiración. Muérdase los labios, de preferencia sangre (Le dará más realismo a la escena cómica delirante). Sórbase los mocos. Sea valiente, sólo le quitará la mitad de su triste existencia y le pondrá en su madre al resto, que podrá cargar como un rastrojo.
Siéntase sumergirse en la desesperanza, disfrute el mal viaje (hierba de mala calidad lo han timado, no es la primera vez). Prohibido decir que no. Prohibido arrepentirse. Prohibido tocarse el corazón.
Saludable carne molida lista para servirse.
Y eso fue lo que me hiciste. Me diste esperanza. Castillos en el cielo que cuando se rompió la relación se vinieron abajo, no sólo es tu pérdida sino el desplome de todo lo en lo que había creído.
No te equivoques no lloro por ti, lloro por mí y lo que me he hecho. Yo decidí amarte pese a que sabía que eras un kamikaze en práctica de vuelo.
Viaje al infierno, un boleto sin retorno, gracias por su compra.
Jugué a la ruleta rusa con la idea de tenerte a mi lado. Cada beso fue un tiro apuntando a la cien. Mirarte por última vez en mi mente, sonriente, vestido de traje como siempre lo rechazaste, mientras te lanzo puños de tierra por irte sin decir adiós tan siquiera.
Me abrazaré yo solita por las noches, deseando ser un rollo primavera, porque eso te has llevado con tu muerte: mi amor que hoy se pudre contigo.
-"Felicidades Beso Perdido ha dado el primer paso en su terapia de sanación y reconstrucción emocional luego de la ruptura de su relación. Despedirse de aquello que amó".
Cucharaditas del olvido con gotitas de otro amor.