Jalisco no solo es charrería, tequila, gastronomía y deportes de aventura; existe una leyenda que le dio tal fama que se convirtió en uno de los atractivos turísticos de Sayula.

Todo inicia cuando en este Pueblo Mágico, se esparce un rumor sobre un tesoro escondido; y la historia cuenta que Apolonio Aguilar, un trapero que por azares del destino se vio en una mala situación económica, decidió dedicar todo su tiempo en encontrar dichas monedas, al paso de los días, el único apoyo que encontraba era el de su compadre José, a quien siempre acudía cuando requería dinero.

Todos los favores cansan y cuando esto sucedió, el compadre decide revelarle la ubicación exacta del botín a Apolonio, diciéndole que en el Panteón de Sayula había un alma en pena dispuesta a entregar sus talegas llenas de monedas a cambio de un favor.

El trapero, después de mucho pensarlo, se animó y confeso a su mujer que esa misma noche terminadas las doce campanadas, asistiría al panteón para hacerse rico.

Llegada la hora, Apolonio asustado enfrentó al Ánima pidiéndole que se identificara y dijera si en verdad regalaba sus monedas a cambio de un favor. La respuesta del ánima fue, mi nombre es Perico Zurres y cuando vivía era un hombre gay; así que el favor que pido es satisfacer mis instintos.

En cuanto escuchó esto el trapero, salió corriendo al pueblo y cada que alguien hablaba del Ánima, se cubría con las manos la parte baja de la espalda. Formándose así un dicho que dice: “Como buen cristiano, lleva la cruz en la mano y un tapón en…”

Con información de: https://heraldodemexico.com.mx/trip/el-anima-de-sayula/