"¡Sólo vine a hablar por teléfono!" es un cuento corto escrito por Gabriel García Márquez, conocido por su estilo único y su habilidad para tejer elementos realistas y fantásticos en sus narraciones. Publicado en 1978, este cuento presenta una trama intrigante que desafía las percepciones de la realidad y la identidad.

La historia comienza con María, una joven española que viaja sola a Barcelona para reunirse con su esposo. En el camino, sufre un accidente de coche y está internada en un hospital psiquiátrico. Sin embargo, su esposo no se da cuenta de su desaparición y sigue adelante con su vida. A medida que pasan los días, María descubre que su nombre es en realidad Marga, una paciente del hospital, y que su esposo nunca existió. Aun así, insiste en que solo vino a hablar por teléfono.

El cuento juega con la dualidad entre la realidad y la ilusión. La línea entre la cordura y la locura se vuelve difusa a medida que el lector es arrastrado a la mente de María/Marga. El contraste entre lo que cree ser y lo que los demás ven crea una tensión constante en la trama.

Uno de los temas centrales en este cuento es la fragilidad de la identidad humana y cómo puede ser moldeada por las circunstancias y las percepciones de los demás. María/Marga cambia su percepción de sí misma en función de las voces que la rodean y de la información que recibe. Esta noción de identidad fluida y maleable refleja la idea de que lo que cree ser puede ser influenciado por las narrativas que construimos y las interacciones con el entorno.

Además, la historia aborda la soledad y la desesperación. María/Marga se encuentra atrapada en una realidad alterada donde nadie la reconoce ni le da crédito por su verdadera identidad. Su anhelo de comunicarse a través del teléfono es un símbolo de su necesidad de conexión y validación. Esta necesidad es a la vez conmovedora y trágica, ya que muestra cómo la falta de reconocimiento puede afectar profundamente la percepción que uno tiene de sí mismo.