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El ABC de la cinematografía

Magia y creatividad 

Cinematógrafo

 

 

 

En el comentario de hoy sobre la guía didáctica diseñada por Fernando Franco titulada: “Narrativa y lenguaje cinematográfico” espero compartir y reafirmar mi conocimiento respecto a las bases que sienta el autor acerca de la Cinematografía en general. 

Antes que nada, debemos observar al cine desde dos posturas para que esto surta efecto, como el acto de magia que es, la sala oscura, una luz disparada desde una máquina que ha evolucionado a lo largo de los años, asientos juntos pero los suficientemente separados como para permitirle a todos los asistentes adentrarse en sus individuales mundos, mundos alimentados por plasmada incandescencia, digo que este evento es mágico porque en cuanto nos adentramos en la penumbra de una sala, entramos a este contrato social mudo que nadie firma pero todos respetan y comprenden, el contrato de la credulidad, por unas horas lo proyectado será verdadero, dejamos fuera de cuadro el metatexto que nos rodea a nosotros como individuos y nos sumergimos en el infratexto de la cinta, es esa suspensión de la lógica común la que le da todo un toque de fantasía y anhelo a las proyecciones; la segunda postura que debemos considerar es la de la cinematografía como “la pieza artística que es, el resultado de un proceso creativo construido con base a una serie de convenciones que constituyen ese lenguaje cinematográfico que genera en nosotros una ilusión de continuidad” en las palabras del autor mismo. 

Continuando con lo anterior, podemos comprender que ese proceso implica tres partes, la preproducción, producción y postproducción. Podemos describir a la primera como la planeación conceptual del proyecto, el desarrollo de la idea y su preparación hasta sus últimas instancias. La producción es la realización de todo lo que había sido anteriormente planeado y la producción es el trabajo que implica darle sentido a todo lo producido, podemos ver esto de la siguiente manera, la reproducción es la preparación para el rodaje, la producción el rodaje y la postproducción como la edición y finalización del producto fílmico. 

Adentrándonos en el lenguaje nos encontraremos con una semiótica interesante pero me quiero enfocar por ahora en los planos, puesto que debido a las traducciones y los directores sus nombres pueden cambiar, por esa subjetividad, Franco nos ayuda explicándolos:

Plano General (PG): La proporción del sujeto en relación al espacio es mínima. Importa más mostrar el contexto o el paisaje que al personaje en sí, que puede incluso no llegar a distinguirse apenas. Es común usar este tipo de planos como planos de situación, para ubicar o localizar la acción. 

Plano entero (PE): A diferencia del Plano General, en el Plano Entero el sujeto sí que es importante en la escala del plano. Se le muestra completo, de pies a cabeza. 

Plano americano (PA ó 3/4): Muestra al sujeto desde un poco por encima de las rodillas hasta la cabeza. Se le denomina así porque es un tamaño muy usado en el western, género netamente americano en sus orígenes. Se utilizaba para mostrar la importancia de las armas que colgaban de la cintura de los personajes. 

Plano Medio (PM): Muestra al sujeto cortado en torno a la altura de la cintura. 

Primer Plano (PP): Se centra en mostrar el rostro del sujeto. 

Detalle o inserto: Muestra una parte específica del sujeto (por ejemplo: ojos, oreja, boca, etc.) o un objeto a pantalla completa (p. ej. un interruptor, un mechero, una carta sobre una mesa, etc.) 

Desde mi punto de vista toda esta semiótica y proceso creativo son posibles para empezar por su magia y viven gracias a ella, así que la próxima vez que entremos a uno de esos espectáculos hay que valorar más todo lo que va detrás y observemos justo como los realizadores, has del más mínimo detalle.