Adicción Música
Crónica sobre pésima organización de Caifanes en Toluca
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- Published: 30 Abril 2017
- Por Omar Pérez
*****Como aclaración adiccioncomunicacion.com fue invitado y jamás llego la acreditación para este evento. Por lo tanto agradecemos a noticiastraffic.com por su crónica y foto.
Caifanes se presentó anoche en el Estadio de Béisbol Toluca 80, han pasado las horas y aún no podemos quitarnos el mal sabor de boca que nos dejó su show.
La historia de la ruptura hace años es conocida, el reencuentro de 2011 mucho más, ya que se jugó con la ilusión de verlos nuevamente como en sus mejores años.
Haciendo un Vive Latino donde las personas que ya no alcanzaron boleto entraran por la fuerza; también las varias fechas en el Palacio de los Deportes donde abarrotaron el lugar; hasta el momento de la ruptura definitiva de Alejandro Marcovich con la banda por diferencias irreconciliables con Saúl y posiblemente con algún otro miembro de la banda.
Una de las leyendas más grandes del rock nacional debía continuar, y así fue como Rodrigo Baills, guitarrista de la “famosa banda” The Melovskys, llega a formar parte de Caifanes, y después de esta presentación aún ronda en nuestras cabezas la pregunta: ¿Está preparado para eventos de gran magnitud?
Pero hablemos de la fecha programada para Toluca:
Llegamos en punto de las 19:00 horas, teníamos muchas preguntas sobre el proceso de acreditación, había bastante gente, además pudimos ver a medios dándole a sus compas las cortesías que se dieron para el público, sí, sí los vimos, pero ya cada quien.
Entramos y al momento pudimos ver que la organización estaba teniendo problemas con:
El acceso: inició tiempo después al programado haciendo interminables filas que se cruzaban entre si y confundían al público.
La taquilla: sí, personas que tenían meses de haber adquirido sus boletos debían hacer una larga espera para que les pudieran hacer la impresión de sus boletos y sí también soportar personas gandallas típicas de la gente toluqueña que se cuela en las filas; porque la organización no tuvo la genial idea de destinar una taquilla para sólo impresión con el comprobante y otra para venta exclusiva de boletos.
Venta de comida y alcohol: increíble, sí, increíble nos resulta que al inicio del evento sólo vendieran refresco y agua, comida no hubo y comenzado el concierto hubiera una esporádica y escasa venta de alcohol, solo en zona oro.
Todo estaba de cabeza, pero bueno es algo que casi ningún medio se atrevería a decir, ya que suponemos, que piensan, que las acreditaciones están condicionadas a hablar bien de los eventos.
Es como prostituirse por el siguiente magno evento y aquí es donde podemos encontrar a un gran mal que aqueja a nuestra ciudad, los medios que enaltecen y critican poco lo evidente, desde el pésimo audio hasta la falta de emoción de una de las bandas más importantes de todos los tiempos en nuestro país.
Viendo algunas notas del evento de ayer donde lo describen como un ritual inolvidable, es donde contrariamos, pero si vemos más allá podemos tomarles la palabra del encabezado, y sí, fue un evento inolvidable, porque a la primera canción ejecutada desde un escenario tan pequeño (hasta podríamos decir que improvisado) con un audio muy simple, empezó a tronar algo. Mierda, es una de las bandas más importantes de toda la historia del rock mexicano y no podíamos creer que estaba pasando.
El concierto comenzó y a la primer oportunidad el líder de la banda se disculpó por el retraso de más de una hora por supuestamente esperar a que pudieran entrar la mayor parte de las personas que estaban formadas, pero fuentes confidenciales de la producción comentaron que era porque el concierto estuvo a nada de ser cancelado por las características del lugar, pero bueno entre la palabra del dios Caifan y de los rumores que escuchamos hay mucho de por medio.
Cada canción de Caifanes es un éxito, pero la emoción faltó, bajo el pretexto de la edad, la pérdida de la voz, se veía a una banda haciendo lo posible por no aburrir a muchos, aunque tenemos que reconocer que había muchas personas emocionadas, pero muy en el fondo de los corazones podíamos notar que sin Alejandro Marcovich, suenan más culero que si el Vampiro estuviera en la guitarra.
Con fallas en los acordes como si estuvieran ensayando, nervios por parte del Doctor Panic, sí, así se hace llamar el que pensó que puede suplir los acordes de Marcovich, (recordó aquellos conciertos de Jaguares, donde Saúl comandaba todo, la melodía, armonía y rítmica, teniendo el volumen bajo de la segunda guitarra para evitar algún descuido).
Medianamente comprendemos los nervios del ahora guitarrista de Caifanes, intentar tocar canciones donde los solos de guitarra erizan la piel no es tan sencillo, muchos guitarristas dicen que velocidad no es sinónimo de destreza, ayer sólo en muy pequeñas ocasiones pudimos escuchar detalladamente su guitarra, ya que imagino que como músico invitado está esperando ganarse poder subir el volumen de su guitarra al 4.
En un momento de sorpresa empezaron a tocar una canción, sí un cover, yo diría que un cover más, ya que por la calidad de cada canción que habían estado tocando, hasta parecía que Caifanes estaba tocando covers mal tocados de Caifanes, pero hubo más, una canción de un álbum de 1977, de una estrella de la música, del británico: David Bowie, Heroes estaba siendo tocada en vivo por una banda que ni sus propias canciones puede tocar, uno de los momentos más incomodos de éste concierto, pero mierda, no era suficiente, el estigma de Jaguares estaba presente y por qué no, “Te lo pido por favor” volvió a ser tocada, suponiendo un homenaje a el “Divo de Juárez” muerto hace poco.
Recordamos que Saúl hace un tiempo tenía como estandarte el conflicto que se lleva en Ciudad Juárez, las muertas de Juárez, hoy por qué no, siempre hay oportunidad de hablar sobre el discurso mediático de comprensión y amor, además de odio hacia los gobiernos, como en la vida, en la política y hasta en los conciertos, el discurso rompe madres razaaaa.
Afortunadamente pudimos escuchar los intentos improvisados o muy ensayados para sorprender de una Negra Tomasa, misma que da pie al final del show, sí, por fin, estábamos seguros que si hubiéramos comprado un boleto en la sección que sea se habría sentido como tirar el mismo a la basura, ya no vale la pena ver a una banda necia por continuar haciendo un intento de historia.
Sin duda Caifanes no son nada sin Alejandro Marcovich, ojalá toda la experiencia de cada uno de los que están en Caifanes tuvieran la decencia de mejorar a la banda, o por amor al prójimo, dejar en un inolvidable recuerdo de una gran banda de rock.