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#NoMataras La peregrinación nicaragüense convocada por Obispos #SOSNicaragua

 

Este sábado hubo estallidos de alegría, indignación, esperanza y tristeza. La misma multitud que eufórca cantó las mañanitas a Monseñor Silvio Báez, es la que gritó "asesinos" a los policias reunidos en Plaza El Sol.

 

La caminata, convocada a las dos de la tarde, partió desde tres puntos de la capital. A la Rotonda El Periodista, Colegio Teresiano y Rotonda Cristo Rey, llegaron los nicaragüenses en buses, carros y a pie. Se gritaron consignas, se cantaron himnos marianos, se exigió justicia y se oró por la paz. En la tarima, Monseñor Báez abrazó a Francisca Ramírez, “Doña Chica”, la líder que entró en una caravana de 20 buses que llegó con cientos de campesinos que querían solidarizarse con los más de 30 asesinados durante las manifestaciones en Nicaragua.

“Hoy nos unimos al dolor, yo como madre, me uno al dolor que deben sentir sus familias saber de la manera en que los asesinaron, saber de la manera en que hicieron esa masacre, pero hoy aquí sentimos que estamos haciendo algo por la patria, estamos también exigiendo justicia y que en este país no queden impunes sus asesinatos”, aseguró la líder.

El cardenal Leopoldo Brenes, que presidió la ceremonioa realizada al final de la marcha, dedicó los dos primeros misterios del rosario a los jóvenes asesinados y a las familias que lloran sus muertes. "Qué difícil consolar a una mamá cuando de una forma violenta ha perdido a un hijo. Cómo consolarla cuando ha tenido entre sus brazos a un hijo muerto", lamentó.

Los peregrinos de la Iglesia San Francisco de Ciudad Sandino, no alcanzaron en los cinco buses que habían dispuesto para la marcha, unos se movieron a Managua por su cuenta. Ada Villarreal sí llegó con la caravana. “Lo que nosotros necesitamos realmente es que el Gobierno pida perdón y haga la paz.Creo que necesitamos justicia en Nicaragua y para que exista justicia hay que construir la paz y la paz se edifica con la participación de todos los nicaragüenses”, afirmó.

“Soy ateo, pero hoy peregrino con la Iglesia”

En el colegio Teresiano la gente se multiplicaba en segundos. Donde cabían cien, luego alcanzaban mil. Carretera Masaya no tenía espacios vacíos, la calle estaba llena de peregrinos vestidos de blanco, con banderas de Nicaragua o de la Iglesia, entonando canticos esperanzadores, sin discriminación de raza, orientación sexual, ideología política, género o religión.

Muchos preguntaban por Silvio Báes, el sacerdote que se ha convertido en sinónimo de justicia y heroísmo en Nicaragua. "¿Dónde está el Silvito? Quiero desearle feliz cumpleaños", decía una anciana, que apoyada en un bastón peregrinó los casi tres kilómetros de un punto al otro. Báez ha retado al poder desde que iniciaron las protestas en contra de las reformas al Seguro Social. Él ha apoyado y acompañado a los jóvenes dentro de la lucha y, junto a otros miembros de la Conferencia Episcopal, será mediador y parte de la mesa del Diálogo Nacional con el Gobierno.

El Cardenal Leopoldo Brenes, como pastor a su rebaño, dirigía a los feligreses hacia la Catedral. Repetía: “La Iglesia quiere la paz”.

Una vez en el templo, se respiraba paz. En cada portón estaban campesinos del movimiento anti canal, recibiendo a los peregrinos con consignas y cantos: “Aquí está el pueblo. Nosotros queremos a los managuas”, afirmaban.

La unión del campesinado con los estudiantes, dos grupos que le han dado la cara directamente al régimen, fue sellada con un choque de puños y un minuto de silencio para recordar a los caídos. Cuando los jóvenes gritaban “¡qué vivan los campesinos!”, ellos les respondían “¡qué vivan los estudiantes!”

Un mes

Después de reafirmar su posición ante el diálogo, los obispos pusieron una fecha límite: “Si en un mes no vemos interés del Gobierno, no funcionará”, afirmó el Cardenal.

Fuente: Confidencial