Los gastos para la estancia y el cuidado de los menores ascendió a 958 millones en el 2017 y actualmente hay concursos de licitación para cinco proyectos enfocados en este tema que obtendrán, en conjunto, 500 millones de dólares.

La detención de niños migrantes en Estados Unidos se está convirtiendo en un negocio que asciende a mil millones de dólares anuales, según un análisis que realizó la agencia Ap.

Los fondos emanados del Departamento de Salud y Asistencia Social para el alojamiento, acogida temporal y otro servicios para los niños separados de su familia o que llegan solos a la Unión Americana han aumentado de 74.5 millones de dólares en el 2007 a 958 millones en 2017.

Actualmente cerca de 11 mil 800 niños cuyas edades oscilan entre un año (o menos) y los 17 años están siendo alojados en 90 instalaciones ubicadas en Arizona, California, Connecticut, Florida, Illinois, Kansas, Maryland, Michigan, Nueva Jersey, Nueva York, Oregón, Pensilvania, Texas, Virginia y Washington.

Los niños quedan bajo custodia en lo que las autoridades llevan a cabo los procesos migratorios de sus padres o mientras las familias y menores que llegaron solos son evaluados para ver si se les otorga asilo.

En mayo de este año el Departamento de Salud emitió las bases de licitación para cinco proyectos de acogida de menores por un monto de más de 500 millones de dólares para camas, cuidados terapéuticos, servicios de guardias entre otros servicios, además, se espera que en octubre haya más contratos de ese tipo.

Según la agencia Ap las instalaciones de acogida que más fondos públicos han recibido son la Southwest Key y la Baptist Child & Family Services. De 2008 a la fecha la primera ha recibido mil 390 millones de dólares y la segunda 942 millones.

Otra organización, llamada International Educational Services recibió 72 millones de dólares en el último año fiscal pero tuvo que cerrar debido a las denuncias sobre las condiciones de sus albergues.

Tales empresas son esencialmente contratistas públicos adscritos al Departamento de Salud y Servicios Humanos, la agencia federal que administra los albergues para los niños inmigrantes.

Las organizaciones como Southwest Key insisten en que los niños reciben el cuidado adecuado y que las enormes sumas de dinero que reciben son necesarias para alojar, transportar, educar y dar atención médica a los miles de niños, cumpliendo con las normas establecidas por el gobierno y los tribunales judiciales.