Medios de comunicación chinos informaron el fallecimiento en cautiverio de la última tortuga hembra de caparazón blando. Solo quedan tres tortugas sobrevivientes: uno en el mismo zoológico (Suzhou Rafetus swinhoei) y dos individuos más en estado salvaje. El triste final fue reportado a CNN.

La tortuga de Swinhoe o tortuga de caparazón blando de Shanghái (Rafetus swinhoei) fue bautizada en honor del naturalista británico Robert Svayno. Es una especie de tortuga asiática cuya longevidad se extiende entre los 80 y 160 años de vida. Habitaban en China y el norte de Vietnam, pero debido a la contaminación ambiental, la pérdida de su hábitat por deforestación, la caza excesiva para el consumo humano y usos medicinales, su número disminuyó drásticamente. Hasta hace poco, solo cuatro individuos acaparaban toda la esperanza de supervivencia.

El pasado sábado, una hembra de 90 años - llamada Xiangxiang - murió un día después de que expertos locales y extranjeros intentaron llevar a cabo el procedimiento de inseminación artificial. El diario Suzhou Daily asegura que no hubo complicaciones durante el intento, y la causa de la muerte será descubierta tras una autopsia.

La reanimación de Xiangxiang se extendió durante 24 horas seguidas, pero lamentablemente nada se pudo hacer para traerla a la vida nuevamente. Sin embargo, los médicos veterinarios extrajeron su líquido ovárico para guardarlo en una cápsula de nitrógeno líquido para así poder intentar salvar a la especie en peligro en el futuro.

Desde el año 2008 los expertos habían tratado de fecundarla 4 veces, pero lamentablemente ninguna de las intervenciones tuvo el éxito esperado.

Como resultado, según el periódico chino, ahora solo tres ejemplares de Rafetus swinhoei conocidos por el hombre cargan con todo el legado de la especie: un macho, que vive también en el zoológico Suzhou Rafetus swinhoei, y dos tortugas más en estado salvaje en Vietnam.  Una de las particularidades de esta especie es que si se mantienen viviendo en condiciones óptimas pueden alcanzar hasta los 160 años de vida.

Los biólogos estadounidenses estimaron que 217 de las 356 especies de tortugas en la Tierra (aproximadamente el 61%), están en peligro de extinción, o ya se han extinguido. La alarmante tasa de su desaparición podría afectar profundamente al funcionamiento de los ecosistemas y a la estructura de las comunidades biológicas en todo el mundo. Además, el cambio climático con su consecuente aumento térmico global para fines de éste siglo, harán que del 76% al 93% de las tortugas verdes sean hembras, ya que el sexo de ésta especie depende de la temperatura.

Con información de: https://cerebrodigital.org/post/A-los-90-anos-murio-la-ultima-tortuga-hembra-de-caparazon-blando