"Vengo de una exposición en Liverpool"

Se dice que este tipo de estafa se originó en España, alrededor del año 2006. Sin embargo, desde ese entonces, se ha sabido de casos en Francia, Centroamérica y ahora, en distintas partes de México. Por lo general se trata de un hombre o dos sobre un vehículo, variando de personaje (un calvo, una persona mayor de edad, o incluso un joven), se acercan a la víctima, que por lo general va caminando, preguntan por una dirección presumiendo ser italianos y ofrecen unas chamarras de “marca” que les urge vender, ya que necesitan regresar a su país y no les conviene llevárselas por los impuestos de cobro al viajar.

En internet existen foros donde cuentan este tipo experiencias:

“Voy caminando y me cierra el paso un auto azul manejado por un hombre delgado, maduro que chapurrea una especie de italiano, hace creer que pregunta por una calle. Luego dice que "viene de una exposición en Liverpool y que trae unas chamarras Emporio Armani que en el mercado valen $12,000.00 o hasta $21,000.00", dice que "debe ya irse a Italia y que no se las puede llevar porque pagaría un 31% de impuesto". Tiene el auto a media calle y, para que no estorbe, busca estacionarlo y te invita a que veas la mercancía. Le pasa un encendedor por el cuello de piel para que se vea que es piel legítima. Enseña un pasaporte “italiano”, muestra dinero para que yo vea que “no necesita”, me enseña una tarjeta de crédito”

“Le dije que no tenía dinero pero sigue insistiendo, pregunta si tengo tarjeta de crédito y le digo que no; me ofrece las tres chamarras en $5,000.00. Quiero retirarme y se baja, me pregunta cuánto dinero traigo. Le digo que sólo $400.00 y me dice que me la da. Al sacar la cartera ve que tengo más y me dice que si le doy todo me entrega otra. Termino dándole $1800.00. Todavía me dice: "tú eres una buena persona y yo soy una buena persona". Luego veo que las chamarras son piratas y deben valer como $300.00 entre las dos”

Es necesario recalcar, que estas personas se muestran bastante insistentes, ya que su fin es convencer a la gente de que lo que están despreciando es una “gran oferta”.