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"Trastorno por videojuego" en la lista de desórdenes mentales de la OMS

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Si los videojuegos han sido un entretenimiento controvertido desde su nacimiento, hoy los padres de todo el mundo tienen una excusa más para hacer caso a la alarma: la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluirá el trastorno por videjuegos en su lista internacional de enfermedades por primera vez el próximo año, según adelanta New Scientist. Después de una década de monitorear estos juegos, la organización ha decidido clasificar a algunos jugadores obsesivos como pacientes de una enfermedad mental.

El borrador de la redacción de su manual de diagnóstico dice que se sufre este desorden si “el juego tiene prioridad sobre otros intereses de la vida”. La confirmación del diagnóstico llega si este comportamiento no saludable se mantiene durante al menos un año. Por supuesto, "la mayoría de las personas que juegan videojuegos no tienen un un problema, del mismo modo que no lo tiene la mayoría de las personas que beben alcohol. Sin embargo, en ciertas circunstancias, el uso excesivo puede generar efectos adversos ", como explica Vladimir Poznyak, del Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la OMS.

Otro componente del trastorno es que estos jugadores continúan con su actividad incluso si esta lleva a "consecuencias negativas". Las estimaciones de gamers que tienen un problema van del 0.2% al 20%, para la organización. Este desorden comprenderá un subconjunto en la Clasificación Internacional de Enfermedades, que se actualizó por última vez en 1990. Ha habido llamadas para el reconocimiento oficial del trastorno por las compras o por el trabajo, en los últimos años, que aún no se han resuelto. La agencia no ha enumerado otras condiciones relacionadas con la tecnología, como la denominada adicción a los smartphones o a Internet, debido a que no se tienen pruebas contundentes de que se trate de trastornos reales.

Pero los videojuegos también tienen una cara positiva. Por ejemplo, este creado por investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison, que premia a los jugadores por adoptar las posturas de un ninja, podría ayudar a niños y jóvenes con trastorno del espectro autista (TEA) a mejorar su equilibrio, según un estudio publicado en noviembre en el Journal of Autism and Developmental Disorders. Este juego replica los sistemas de consolas como la Xbox One, donde una cámara y una red de rayos infrarrojos registran el movimiento del jugador con el objetivo de que complete las jugadas.

Con información tomada de nmas1.org