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Acelerar el desarrollo humano

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Aplicaciones de la ciencia nuclear

 

De acuerdo al Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (Prodesen), que abarca del 2015 al 2029, se planea construir dos reactores nucleares más en el estado de Veracruz en la Central Nucleoeléctrica Laguna Verde (CNLV) con el propósito de contribuir a la generación de electricidad y reducir las emisiones de dióxido de carbono.

Actualmente, la CNLV cuenta con dos reactores de potencia y con ellos produce cerca del 5% de la electricidad ocupada en el país. La ciencia nuclear es capaz facilitar la producción de energía eléctrica en México y además de brindar soluciones a los sectores salud, investigación, ambiente, agricultura, entre otros.

Una parte de la población mexicana desconoce las ventajas del desarrollo de tecnología nuclear, a pesar de que países como Estados Unidos y China vislumbran construir más centrales nucleares. A este respecto aparecen múltiples interrogantes ¿México ésta listo para introducirse de lleno a la tecnología nuclear? ¿La ciencia es riesgosa por naturaleza o esa responsabilidad recae en los seres humanos? ¿Realmente conocemos las aplicaciones de la ciencia nuclear?

 

EL ANTECEDENTE MÁS RECORDADO

El 26 de abril de 1986 se produjo el incidente más conocido relacionado con la tecnología nuclear. La central nuclear “Vladímir Ilich Lenin”, ubicada en Ucrania tuvo un sobrecalentamiento en el reactor nuclear lo que provocó una explosión. La cantidad de materiales radiactivos que se liberaron causaron directamente la muerte de 31 personas y fue necesario evacuar a más de 100 mil habitantes. Este acontecimiento se convirtió en un desastre histórico.

El doctor Armando Gómez Torres, colaborador del Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ), es especialista en energía nuclear, por ello tiene un amplio conocimiento respecto al accidente de Chernóbil, como se recuerda a la explosión de la central nuclear Vladímir Ilich Lenin. Lo cierto es que el accidente de Chernóbil fue resultado de múltiples irregularidades permitidas de forma arbitraria por los trabajadores de la central nuclear.  

La premura en la construcción de aquel reactor nuclear fue propiciada por el contexto de la Guerra Fría, en especial por la carrera armamentista entre la Unión Soviética (URSS) y los Estados Unidos de América. Para ambos países era muy importante el establecimiento del poder mediante su desarrollo tecnológico y bélico. En la URSS se construían plantas nucleares a una velocidad impresionante, con dos objetivos específicos:

  • Generar electricidad
  • Obtener plutonio (encontrado en el combustible ocupado del reactor) para la fabricación de bombas atómicas

Las consecuencias que tuvo la falta de cuidado en el desarrollo de tecnología nuclear en la URSS sobrepasaron a los científicos encargados. Cuando la ciencia no se aborda de forma responsable y con las acciones adecuadas el resultado puede ser catastrófico.

Actualmente, una central nuclear no podría construirse sin seguir los requerimientos de seguridad obligatorios. “Un reactor nuclear siempre se debe construir con sistemas de seguridad redundantes. Tiene una contención primaria, una contención secundaria y varios sistemas automáticos de seguridad que entran en funcionamiento en cualquier operación anormal de la planta”, mencionó el doctor Torres.

El accidente más remoto que involucra a la ciencia nuclear no sucedió en Chernóbil (al contrario de lo que se cree comúnmente) sino en la isla “3 millas” ubicada en Pensilvania, Estados Unidos. El accidente sucedió en diciembre de 1978, debido a que una válvula no detectó anormalidades en el desempeño del reactor. Contrario a lo que sucedería años más tarde en Europa, el reactor TMI-1 respondió de forma correcta ante, lo que pudo ser, una situación grave. Al contar con una contención primaria y con los mecanismos de seguridad necesarios fue posible detener completamente los posibles daños que causaría la explosión, mediante el aislamiento adecuado de la energía que se iba a liberar. Finalmente, no hubo víctimas que lamentar.

El incidente en la Isla “3 Millas” fue, sin duda alguna, el ejemplo claro de que la ciencia que es dirigida con responsabilidad es completamente segura.

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LA PERSPECTIVA CIENTÍFICA

El doctor Armando Gómez Torres, especialista en el tema, dio su opinión sobre el compromiso con la ciencia.

¿Cuál es la responsabilidad de un científico?

Si el científico no comunica de forma eficiente a un político las ventajas y riesgos que tiene la ciencia nunca existirá un objetivo claro. El científico debe dedicar parte de su tiempo a comunicar el desarrollo investigativo.

¿Qué rol desempeña la población en la ciencia?

La población civil debe informarse. Uno puede tener una opinión y dejarse llevar y ver la información referente a un tema de forma polarizada. Lo ideal es informarse antes de tener un juicio, las redes sociales son un arma de doble filo. Es responsabilidad de las personas estar en contacto con la parte científica.

Siempre es necesario tener contrapesos de la información, es nuestra responsabilidad contar con información que sustente lo que se dice.

 

¿México y la energía nuclear?

El Prodesen es una proyección de 15 años, ya que existe un mandato de ley en México para reducir en 35% las emisiones de gases de efecto invernadero hasta el 2024, por ello es necesaria la energía nuclear ya que las energías renovables no pueden mantener la carga base (demanda de electricidad) ­­que sostiene la economía del país. Si no construimos las centrales no alcanzaremos la meta ni se desarrollarán los empleos que se prospectan. Sin desarrollo tecnológico solo nos estancaremos como país para estar al nivel de potencias mundiales. 

 

QUITAR LOS ESTIGMAS A LA CIENCIA

Existe una gran responsabilidad en el desarrollo y manejo de la ciencia. Sin la responsabilidad científica ni lineamientos éticos pueden aumentar los riesgos y peligros para la humanidad.  Por ello, es necesario contemplar a la ciencia como un medio para el beneficio de la población. En el caso de la tecnología nuclear, ofrece una amplia gama de posibilidades para mejorar la calidad de vida de la humanidad.

 

 LA CIENCIA NUCLEAR EN MÉXICO

La Real Academia de la Lengua Española define la palabra riesgo como una “contingencia o proximidad de un daño”. En nuestras actividades cotidianas corremos múltiples riesgos. Sin duda la ciencia y la tecnología no son la excepción, ya que se presentan nuevos retos constantemente (podríamos incluso decir que el riesgo es inherente a la ciencia), debido a las posibilidades que abre el desarrollo tecnológico. Sin embargo, es inútil quedarse inmóviles ante las soluciones que ofrece la ciencia respecto a problemáticas actuales como la falta de energía o la seguridad alimentaria, por ello es fundamental asumir la responsabilidad de encontrar soluciones.

En México (mientras la CNLV se enfoca en la producción energética) el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares se encarga del desarrollo de las aplicaciones nucleares en las áreas de salud, medio ambiente, alimentación, tecnología, entre otras.

A diferencia de otros tipos de producción de energía, la ciencia y tecnología nuclear también proveen soluciones a otras problemáticas. Además, la versatilidad que la caracteriza es una ventaja que otras alternativas energéticas no tienen. ¿Es momento de quedarse quieto ante la posibilidad del progreso? O ¿será el instante en que arroparemos con responsabilidad a la ciencia y forjaremos un mejor futuro?