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¿Por qué los asistentes virtuales tienen voz femenina?
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- Published: 07 Enero 2019
- Por Redacción
Aunque desde hace ya varias versiones de su sistema operativo se permite la opción de cambiar la voz femenina por defecto a otra masculina en los dispositivos de la compañía de Cupertino, todos vemos a Siri como una mujer. Y también a Cortana, de Microsoft o Alexa, de Amazon. Y en gran parte porque fueron diseñadas así.
El nombre de Siri es un diminutivo de Sigrid, nombre de mujer nórdico que significa “bella victoria”, una mitología a la que Apple recurrió mucho para sus primeros diseños; Cortana, de un personaje del videojuego Halo también femenino. Solo Google Assistant y las recientes versiones de estos asistentes virtuales han apostado más por lo neutro en términos de sexo, sin conseguir despegar no obstante un hecho que parece consolidado: hoy por hoy este tipo de inteligencia virtual habla con voz de mujer. Pero, ¿que ha hecho que los desarrolladores y compañías hayan optado durante años por este sesgo, que algunos tildan de desigualitario e incluso machista?
Quizá un gran paralelismo sobre lo que dicen los principales estudios y nuestra percepción de las voces de los asistentes virtuales nos lo haya dado primero el cine y la cultura popular. Todos recordamos la voz de HAL 9000, la IA que acompañaba a los astronautas de 2001: Una Odisea del Espacio, con su voz masculina que acababa revelándose como amenazante. De forma más reciente, la película Her (2013), protagonizada por Joaquín Phoenix, nos ponía en la piel de un hombre que acababa enamorándose de su asistente, presentado con una dulce voz de mujer ofrecida en la versión original por Scarlett Johansson. En resumidas cuentas, en la ficción hemos pasado de representar a estos asistentes como amenazantes a amigas con las que podemos llegar a empatizar de forma enfermiza.
Sus roles y actitudes son en cierto modo similares a los que trazó el gran estudio que en su momento sentó cátedra sobre interacción entre humano y ordenador por voz: el libro Wired for Speech, de los profesores de la Universidad de Stanford Clifford Nass and Scott Brave.
Tanto hombres como mujeres, nos sentimos más cómodos intercambiando información si esta tiene la voz de nuestro mismo género
En este texto, publicado en 2005, se recopilaban varias investigaciones y conclusiones sobre cómo preferimos intercambiar información con las máquinas, y entre ellas se destacaban principalmente dos aspectos. El primero, que todos, tanto hombres como mujeres, nos sentimos más cómodos intercambiando información si esta tiene la voz de nuestro mismo género, algo que se conoce como homofilia. La segunda, lo que nos enseñan en parte HAL 9000 y Samatha, que tendemos a achacar las voces masculinas más a figuras de autoridad para recibir órdenes directas, mientras que a las femeninas las emparentamos más con labores afectivas y de colaboración o ayuda.
Esto es lo que para la analista de PCMag Chandra Steele es un claro ejemplo de que las voces de asistentes tienden a repercutir tópicos sexistas. Siri no deja de ser una secretaria, mientras que la voz masculina es preferida, también según algunos estudios, para por ejemplo GPS donde esperamos una indicación clara y concisa.
Una muestra más, y seguramente bastante vergonzante, de este sesgo, es la que dio Samsung en 2017 al presentar su nuevo asistente Bixby. A pesar de ofrecer una voz masculina y otra femenina para elegir la que prefiramos, estas estaban acompañadas de descripciones que adjuntaban a la primera calificativos como “asertiva y confiable” mientras se decía de la de mujer que era “animada y alegre”. Samsung tuvo que retirar estas descripciones después de recibir numerosas críticas.
Con información de hipertextual.com