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Quincy Jones, una de las figuras más influyentes y versátiles de la industria musical, falleció hoy 4 de noviembre, a los 91 años. La noticia fue confirmada por su agente, Arnold Robinson, quien no reveló la causa de su muerte. Con una carrera que abarcó más de siete décadas, Jones se consolidó como un visionario en el mundo de la música, dejando un legado que revolucionó géneros, lanzó carreras y cambió el rumbo de la cultura popular.

Jones fue instrumental en la carrera de Michael Jackson, produciendo tres de sus álbumes más icónicos, incluyendo Thriller, un trabajo que no solo rompió récords de ventas, sino que también definió una era en la música pop y consolidó a Jackson como el “Rey del Pop”. Además de su influencia en la industria discográfica, Quincy Jones también dejó su huella en la televisión, produciendo el exitoso programa El Príncipe de Bel-Air, que catapultó a Will Smith al estrellato y se convirtió en un fenómeno cultural.

A lo largo de su vida, Jones también fue un activista comprometido con causas sociales. En 1985, unió a decenas de estrellas para grabar We Are the World, una canción destinada a recaudar fondos para combatir la hambruna en Etiopía. Este proyecto marcó un momento emblemático en la música y la filantropía, destacando su convicción de que el arte podía ser una poderosa herramienta de cambio.

La partida de Quincy Jones deja un vacío profundo en la industria del entretenimiento y en la lucha por causas humanitarias. Su legado musical y su compromiso social continuarán inspirando a generaciones futuras, recordándonos que la música tiene el poder de trascender fronteras y unir al mundo.