Feminicidio de acuerdo al Código Penal en México.

feminicidio

Según el Código Penal en México, el feminicidio se determina mediante siete aspectos clave, que lo diferencia del homicidio.

¿cómo se determina este delito en México? Según el Artículo 325 del Código Penal Federal en México establece que lo comete  quien priva de la vida a una mujer por razones de género y refiere que hay siete circunstancias clave para ello:

1.- Existencia de signos de violencia sexual, lesiones o mutilaciones infamantes o degradantes

2.- Antecedentes de violencia en el ámbito familiar, laboral o escolar

3.- Exista una relación sentimental, afectiva o de confianza entre la víctima y el victimario

4.- Se tengan amenazas

5.- Acoso o lesiones relacionadas con el hecho delictuoso

6.- La víctima haya estado incomunicada

7.- El cuerpo haya sido expuesto o exhibido en un lugar público

“Eso (las características) es lo que va diferenciar entre un homicidio y un feminicidio”, enfatiza la defensora de derechos humanos del OCNF, organismo conformado por 43 organizaciones de 23 estados de la República.

Estadísticas del feminicidio

La ONU Mujeres estima que cada año son asesinada 87 mil mujeres y niñas en el mundo. En México se reportan 10 casos diarios.

Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) revelaron que los indicadores de violencia contra las mujeres mostraron una tendencia al alza y, de manera particular, los casos de feminicidios crecieron 137.5 por ciento durante los últimos cinco años en México.

En 2019 fueron investigados 976 hechos por feminicidios, cifra mayor a los 411 casos reportados durante 2015.

Veracruz ocupó el primer lugar a nivel nacional, al contabilizar 157 delitos por feminicidio durante el primer año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Le siguieron el Estado de México con 122, Ciudad de México con 68, Nuevo León con 67 y Puebla con 58.

Sin embargo, de acuerdo con expertos, México carece de datos fidedignos para conocer cuántas mujeres pierden la vida por razones de género.

Las mujeres víctimas de feminicidio han sido objeto de actos crueles y degradantes para ser asesinadas. La mayoría de los cuerpos fueron golpeados con materiales contusos, sufrieron violencia sexual y quemaduras, fueron desmembradas, amordazadas, descuartizadas, asfixiadas y cortadas con utensilios punzo cortantes como cuchillos y desarmadores.

Vacíos legales

Para Víctor Rogelio Caballero Sierra, presidente del Colectivo Aequus, las confusiones y los vacíos de los sistemas judiciales en México han propiciado que los responsables de los asesinatos de cientos de mujeres no sean procesados o, en su caso, sentenciados con una pena vitalicia por feminicidios.

El Estado de México, el segundo con más feminicidios a nivel nacional. De ahí que los familiares, víctimas colaterales del feminicidio, han optado por ejercer presión política y mediática sobre los poderes judiciales a través de las manifestaciones y la difusión de los hechos en los medios de comunicación.

Un caso particular es el de Verónica Guadalupe Benítez Vega, la joven de 21 años asesinada por su esposo, Luis Ángel Reyes, el 6 de julio de 2017. Ella murió a causa de 17 heridas por arma blanca y golpes de un tabicón. Su cuerpo quedó sobre una de las calles de la comunidad de San José El Vidrio, ubicado en el municipio Nicolás Romero, Estado de México.

Un año y siete meses después fue declarado culpable y le otorgaron una sentencia de 55 años de cárcel, a pesar de haberse solicitado la pena vitalicia. Empero, la defensa legal del agresor decidió interponer un recurso de apelación, al exponer su inocencia y la falta de elementos para calificar el asesinato como uno más de los feminicidios.

La familia de la víctima emprendió una fuerte lucha contra el Estado para evitar reducirle la pena o dejarlo en libertad por las autoridades judiciales mexiquenses. La Segunda Sala de Apelación del Distrito Judicial de Tlalnepantla celebró una audiencia de la apelación en mayo de 2019 y ordenó aumentar la sanción a 62 años y seis meses de presión para el agresor.

Esto porque la ley establece que los responsables de asesinar a las mujeres de manera violenta, añade, son castigados con una sentencia de 40 a 70 años y -si fuera el caso- prisión vitalicia.

Caballero Sierra fue el segundo abogado que tomó el caso de Verónica Guadalupe Benítez Vega, debido a los abusos y la ineficiencia del primero que, en conjunto, también evidenciaron la negación de las autoridades mexiquenses ante la violencia de género.

“Para nosotros los pobres no hay justicia, es algo que nos quedó muy clavado en el caso de Lupita”, subraya Juana Isabel, hermana de Verónica Guadalupe, al dejar en claro que en este país existe un desgaste físico y económico frente a las autoridades que impiden impulsar una política criminal.

“Para llegar a la justicia se debe luchar”, reitera la madre de tres menores de edad y con 30 años de edad, quien lamenta que la falta de conocimiento y la ineptitud condujo esta investigación por cinco ministerios públicos del Estado de México.

Esa situación llevó a Caballero Sierra a realizar un estudio para identificar todas las penas máximas dictadas por jueces, magistrados y ministros respecto a los casos por razones de género en México.

“Estuvimos buscando en la única base de datos más creíble sobre feminicidios, que son los medios de comunicación, porque el gobierno federal ni el estatal tienen una estadística real, porque muchos casos son juzgados como homicidios”, argumenta.

Se encontró que la mayoría de las sentencias oscilaban entre los 40 y 50 años de prisión. Había unas de 60 años, pero en ellas concurrían hechos de complicidad o delitos conexos al feminicidio como secuestro o privación ilegal de la libertad.

Cuenta que lo anterior implicó el análisis de aproximadamente mil 200 notas periodísticas, pero la mayoría hacían referencia a que muchas investigaciones con características de feminicidio y que nunca se reconocieron como tal, fueron directo a los archivos de impunidad “porque dejaban libres a los feminicidas, no eran localizados, había fallas en los procesos o eran menores de edad los probables responsables”.

De ese universo, indica, fueron encontrados 100 documentos de sentencias. El 80 por ciento eran relacionadas con penas inferiores a 50 años. “Hay mucha impunidad al momento de hacer estas valoraciones”, insiste.

Testimonios de feminicidio

“Hay días que nos levantamos con la esperanza de verla en casa. Pensamos que es un sueño, pero desgraciadamente, no lo es”, dice Jesús Benítez Estrada.

Él es papá de Verónica Guadalupe Benítez Vega, una joven de 21 años de edad asesinada por su esposo Luis Ángel Reyes, el 6 de julio de 2017. Sólo habían pasado seis meses de haber contraído matrimonio en la parroquia San José El Vidrio, ubicada en el municipio Nicolás Romero, Estado de México.

“Ella recibió 17 puñaladas (en el pecho) y le destrozaron la cara con un (tabicón) de tres kilos”, narra mientras permanece sentado en un sillón y a un costado de un altar, donde la fotografía de “Lupita” y la flama de dos veladoras mantienen la esperanza de encontrar justicia por completo.

La imagen -adornada con un marco color negro- refleja la esencia de “Lupita”, la hija más pequeña. “Mi hija era muy alegre (y) siempre tenía una sonrisa para todos”, cuenta el señor quien es una de las tantas víctimas colaterales de los feminicidios registrados alrededor de la entidad mexiquense.

Para María de la Luz Estrada, coordinadora ejecutiva del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), aún es difícil tener datos suficientes y confiables de cuántas mujeres pierden la vida por ese hecho porque las autoridades se niegan a investigar los casos por razones de género.

Fuente: Forbes.com