Adicción Comunicación

OYE LOLA

Pocas cosas en la vida causan tanta satisfacción como cumplir un antojo culinario. Ese fue mi caso cuando paseaba por las calles del centro de Metepec y se atoraron en mi garganta unas ganas de beber un buen coctel, así fue como recordé un lugar donde había visto que ofrecen tragos clásicos y otros tantos vanguardistas. Recordé “OYE LOLA”.

La experiencia comenzó al entrar al lugar y observar luces tenues color amarillo y una decoración ambiciosa a diferencia de otros bares de los alrededores, es un lugar único y muy bonito sin duda pero no solo de apariencias se ganan clientes, al recibir la carta obviamente dirigí la mirada a la sección de los “clásicos”, ver esos nombres icónicos ante mis ojos despertó una curiosidad sin igual. Se gradece siempre leer en el menú nombres como gin & tonic, sazerac, sidecar, old fahioned, mojito…

No pude dejar pasar la oportunidad de pedir uno de los que se considera “padre de los cocteles”: el Old fashioned. Quien me acompaña se inclina más por un trago fresco y frutal, un gin & tonic de frutos rojos con romero. Llama poderosamente la atención las etiquetas  que utilizan para preparar éstos clásicos, Bombay Saphire, Jack Daniel´s, Boodles Gin por mencionar solo algunos.

Saboreando estaba mi trago cuando llega a la mesa un vaso corto (adecuado para el coctel) con pocos hielos y flotado una especie de ramillete de té limón además de unas hojas de albahaca (al parecer), cosa extraña para un coctel de tantísima tradición, como era de esperarse me decepcionó la combinación de esos aromáticos en un Old fashioned, no estaría mal venderlo como propuesta independiente pero NO como uno de los emblemáticos de la cocteleria mundial. El gin tonic cumplió su cometido, solo podría mejorar si utilizaran agua tónica Premium (el destilado lo vale)

Es más grande mi curiosidad y optamos por ordenar una ronda más, esta vez me decido por otro de los “inalterables”, un Manhattan. Quien muy amablemente me acompaña decide probar uno cuyo nombre no recuerdo pero parece una propuesta atractiva con vodka, carbón activado y aguacate.

La espera no fue larga pero la curiosidad y emoción que sentía por mi “Martini” duró poco al ver que, nuevamente, flotaban un par de agentes aromáticos ajenos a la historia emblemática de mí Manhattan (canela y romero cambian drásticamente el aroma del trago). Una vez más una buena idea mal ejecutada en un clásico de la cocteleria mundial. Sin embargo la propuesta vanguardista con vodka no estuvo nada mal, una vez más cumplió su misión.

 Mi experiencia en Oye lola puedo dividirla en dos, lo bueno y lo malo.

Lo bueno: un lugar bien ubicado en el mero corazón de Metepec, un lugar pequeño pero muy bonito comparándolo con otros bares de los alrededores. Un sitio con buenas propuestas y unos clásicos que llaman la atención. Por si fuera poco tiene cervezas artesanales.

Lo malo: los precios son un poco elevados (de 4 artículos pagamos poco más de $500) y por lo que se paga esperamos respeten esos cocteles de tradición, insisto, las propuestas para adornar los tragos son interesantes pero no necesariamente hacen un mejor Old fashioned o Manhattan, sino todo lo contrario. El servicio es medianamente bueno ya que al final expresé mi inconformidad y de manera muy amable atendieron mi discurso pero durante el servicio no se acercaron para ver lo que necesitaba.  

Oye Lola es un lugar interesante que vale la pena conocer, ofrecen comida y snacks a buen precio, además de promociones frecuentes en destilados y cerveza. Tiene propuestas interesantísimas que invitan a visitarlo una vez más, no es muy común encontrarlas por la zona. Cuentan con unas instalaciones en buen estado, se agradece siempre unos sanitarios limpios. Aceptan pagos con tarjeta.

Puntuación: 7 de 10

Ubicación: calle 5 de Mayo 203, barrio del Espiritu Santo, Metepec centro (muy cerca del calvario)

Teléfono: 01 722 232 6914