"Necesitamos dejar de matar el planeta cada que vamos a un festival de música"
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Por todos lados hay señales de lo irremediablemente jodido que está el planeta. Es hora de admitir que somos cómplices de convertir la Tierra en un planeta basura, y los festivales que amamos son parte significante del problema.
Hay un movimiento en aumento en la mayor parte del mundo alrededor de la sustentabilidad, "o al menos una noción de culpa disfrazada como responsabilidad", que está cambiando la forma en que los festivales se dan cuenta de la enormes cantidades de contaminantes dejados atrás por los asistentes. No es de sorprender que Burning Man y sus tribus afiliadas estén haciendo el mejor trabajo al respecto. Este fin de semana, una fiesta amigable con la gente de Burning Man llamada BangOn! realizará su festival Elements en Brooklyn, con headliners como Shpongle, Paper Diamond, Anna Lunoe y XXYYXX esparcidos por escenarios para géneros específicos llamados Agua, Tierra, Aire y Fuego.
Trapecista en el festival Elements de BangOn! (Foto de Anya White).
Aunque el festival siempre ha tenido un aspecto amigable con el ecosistema, este año el equipo lo llevará más lejos, instalando cargadores para celular e instalaciones de arte alimentados por celdas solares y sirviendo bebidas en vasos biodegradables. Los botes para material reciclable también son un hecho y los organizadores dicen que están usando energía alternativa en todo lo que les es posible. El festival también ofrece un descuento del 33% en sus boletos a la gente que llegue en autos híbridos o eléctricos.
"Le tratamos de mostrar a los jóvenes que ser eco-conciente es algo 'cool' y divertido", dice el fundador de BangOn! Tim Monkiewicz. "Mucha gente cree que portarnos verdes en un festival significa reciclar y usar energía alternativa para el sonido y las luces, pero hay muchas otras cosas por considerar. Los camiones que transportan todo el equipo usan energía, los baños portátiles, incluso la gente al usar el transporte público usa energía".
Monkiewicz acredita a Burning Man como el evento líder en cuanto a fiestas eco-concientes, alegando que otros festivales avanzan muy lento en este aspecto por los elevados costos extra que esto involucra. Aún así, BangOn! es parte de un grupo en crecimiento de festivales de música que se están haciendo responsables del medio ambiente.
Thomas Jack en Lightning in a Bottle 2015.
Lightning in a Bottle en California es frecuentemente alabado como el festival más verde en América, e incluso contrata un director de sustentabilidad para dirigir sus iniciativas amigables con la tierra. Los escenarios en LIB son hechos de materiales reciclados, el evento corre parcialmente con energía solar y los voluntarios clasifican la basura como parte de un programa para reducir desperdicios.
Bonnaroo también tiene su lugar dentro de los festivales determinados en hacerle un bien al planeta. El evento es dueño de las tierras de cultivo donde se lleva a cabo, por ello los organizadores son capaces de mejorar los sistemas de filtración de agua e instalar áreas para abono. También tienen un equipo de "Vibras Limpias" que recoge la basura y le enseña a los asistentes cómo reciclarla adecuadamente.
Aún así, Richard Goodstone, co-fundador de Superfly Productions (la compañía detrás de Bonnaroo) está de acuerdo con Monkiewicz en que las iniciativas verdes son caras. "Si cuesta 10 veces más, posiblemente no podamos optar por las opciones sustentables", mencionó Goodstone en LA Weekly, "lo más que podamos hacer dependerá de nuestras finanzas".
El equipo Clean Vibes en Bonnaroo (Foto de John Partipilo/The Tennessean).
Mientras festivales como Bonnaroo pueden soportar los costos de iniciativas verdes, eventos más pequeños como Destination Moon en Nueva York esperan que su modelo eco-amigable motive a otros a hacer lo mismo. Los tres fundadores de Destination Moon decidieron comenzar su propio evento tras ver cuanto desperdicio y energía consumían los festivales de verano. Además de las fuentes de energía eco-amigables, el festival también motiva a los artistas a usar materiales reciclados para sus shows. Por ejemplo, en uno de sus eventos el año pasado, el artista Macylyn Milsark creó una instalación a partir de pedazos blancos de bolsas de plástico, en el cual el artista John Backstrom hizo un video mapping.
Quizá una forma en que los festivales más grandes puedan volverse verdes sin arruinar sus ganancias sea trabajando con patrocinadores corporativos. En una entrevista con Motherboard, el co-fundador de Destination Moon, Walker Esner, llamó a estos patrocinadores "instrumentos," y Monkiewicz también menciona que BangOn! está en busca de benefactores que ayuden a llevar a cabo estas iniciativas eco-amigables.
Ya sea a través de corporaciones, avances tecnológicos o encontrando soluciones creativas, una cosa es clara: debemos dejar de convertir el planeta en basura cada que decidimos irnos de fiesta.
Gracias a VICE, de ahí tomamos prestada/robada esta información.