El poder de las palabras: Micromachismos

El poder de las palabras: Micromachismos

Por Lorena Herrera

¿Sabías qué...El que alguien te diga pendeja, inútil, tonta, cerebro de menstruación, jodida, puta, gorda, negra, entre otras más es violencia?

Esta semana 3 hombres (2 amigos y un ex profesor) me escribieron y expresaron palabras con agresión  y violencia:

- "No me imaginé que en un posteo se revelaran tantas cosas tan íntimas" (En referencia a una publicación que puse en mi página personal con la leyenda: "A mis 40 y tantos me siento de Puta Madre")

"-Hola, estoy enferma ¿qué pasó...?  -Te llamo después para que no vayas a decir pendejadas".

- "Te ves muy jodida, ¿cómo estás?"

¿Es en serio?

Tres hombres, adultos de más de 40 años, con carreras profesionales, quienes de lo más normal, en toda su falta de sensibilidad y respeto llegaron y me expresaron eso. Y menciono su edad y preparación académica porque me queda claro que cuando una persona ejerce violencia no tiene nada que ver su edad, preparación académica ni status económico.

Lo  más alarmante es que no ven el micromachismo que están ejerciendo, la violencia de todos los días y la falta de respeto que generan no sólo en mí, sino a las mujeres, creyendo que esto es normal y está bien.

No entiendo, cómo en sus mentes creyeron que podían escribirme así sin entender que lo que están haciendo es una falta de respeto y de sensibilidad ante todo.

  • ¿Creen que es normal expresarse así?
  • ¿Que no hay dolo en sus palabras?
  • ¿Se dan cuenta de la irresponsabilidad y de la violencia que ejercen?

Lo más lamentable es que no.

Es tan grave el micromachismo y la violencia verbal impuestos en nuestra sociedad que estoy segura que lo toman como broma y algo sin temer a las consecuencias emocionales y psicológicas que pueden generar a las mujeres.

Si en lugar de ignorarlos y les hubiera respondido: ¡Basta, no me hables así!, es más fácil que ellos se rieran y justificaran su actitud con: "¡Ya te pusiste de exagerada!", "¡No aguantas nada!", "¡Estás en tus días, ¿verdad?", "Por qué te enojas", "No lo tomes en serio", "Siempre tan intensa", "Ya te salió lo feminista-nazi", "Sabes que te quiero, no lo tomes personal".

Estas frases no las escribo a ciegas, me lo han dicho una y otra vez  justificándose, en lugar de parar y entender lo grave de su comportamiento y palabras, pero ¿cómo lo van a hacer?, si la sociedad lo ha normalizado, nuestros padres, nuestros hermanos, nuestros amigos y hasta nosotros y nosotras con nuestros hijos.

 

¡Basta de tolerarlo!

¡Basta de justificarlo!

¡Basta de decirlo!

¡Basta de permitirlo!

 

Hay que entender que el Micromachismo son aquellos pequeños gestos, actitudes, comentarios y prejuicios que se manifiestan en lo cotidiano contribuyendo a la inequidad y colocando a la mujer en una posición inferior al hombre en ámbitos sociales, laborales, jurídicos y familiares.

Y existen muchos de estos disfrazados desde el color rosa es para niñas, hasta los chistes que denigran y humillan a la mujer.

No podemos seguir tolerando este tipo de agresiones, ningún tipo de violencia ni mucho menos seguir creyendo que "Calladitas nos vemos más bonitas".

No más a la normalización de estos comportamientos que no nos hace bien como persona ni como sociedad.

  • ¿Dónde están los valores?
  • ¿Dónde está la cordialidad?
  • ¿En dónde está la prudencia?
  • Y sí, ¿dónde quedó el respeto?

Debemos de entender que la violencia, la falta de respeto y las agresiones, de todos los tipos NO son normales, en el momento que una persona lo permite, poco a poco el nivel de violencia crece y puede llegar a graves consecuencias desde golpes, violaciones y feminicidios.

Es por ello que, es tan importante poner límites y trabajar en nuestra autoestima, con nuestro amor propio y con nuestra estabilidad emocional. Sin temer a quedarnos solos, sin temer qué sucederá después. Lo sé por experiencia y sí se puede. Y no es fácil el camino.

A nivel personal he tenido que soltar a familia, amigos, parejas y conocidos que de una u otra forma me violentaban con actitudes y palabras, generándome tanto dolor emocional.

He aprendido, gracias a mucho trabajo emocional, psicológico, amor propio, a mi verdadera familia, a mis verdaderos amigos, límites y perdidas para entender que no se pierde... Se gana.

Si eres mujer, no permitas que te falten el respeto, ignorarlo es seguir dejando que la violencia continúe, pide ayuda a tu familia o a un especialista psicólogica. Es importante tu estabilidad emocional.

Porque el respeto no se gana ni se pide, se exige.

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Lo que no nos mata, nos hace más fuertes a pesar de la violencia de género que nos rebasa como Mujer y con la violencia verbal de nuestro día a día existen Mujeres extraordinarias como  Elizabeth Esteaban, que se ha ganado su lugar en una prestigiada universidad de Estados Unidos ¡Felicidades Elizabeth! Eres una #MujerEjemplar.