A • Letras

Débil (Parte 1)

large 1

Camino y camino sin rumbo alguno; la música callejera me acompaña pero cuando menos me doy cuenta me encuentro cruzando la calle a punto de ser arrollada por un vehículo. El conductor sale aterrorizado acercándose a mí, para tranquilizarlo yo le sonrío acomodándome un poco el vestido, no ha pasado nada en realidad, ha sido (Como siempre) mi culpa. 

"No te preocupes" Le susurro cuando mi mirada se cruza con la suya, quedo helada son unos ojos café oscuro, un café que no me molestaría ver más seguido, el chico me examina con la mirada mientras los demás autos pasan a un lado maldiciendo, está en una calle central y ha dejado su auto a la deriva. 

"¿Estas segura? ¿No quieres ir a que te chequen?" Su melodiosa voz combinan perfecto con su mirada, todo el combina perfecto... conmigo. 

"No, en serio no es necesario" 

"Me harías sentir más tranquilo si dejas que te lleve al hospital" 

No pude decir que no, me subí al auto de aquel desconocido, no había dicho su nombre ni yo el mío pero tenía la necesidad de saberlo pero mi nerviosismo no me permitía decir ni una sola palabra comencé a jugar con mis manos y al mirar a la ventana maldecí para mis adentros ¿Cómo pude ser tan idiota y subirme al carro de un desconocido? Puede secuestrarme o violarme e incluso matarme pero al regresar mi vista hacia él lo veo con el ceño fruncido, dudo mucho que me haga algo. 

"Soy Tomás " Por fin el silencio se rompe y los nervios se vuelven efímeros. 

"Tomás, soy Alicia" Digo por fin cuando estacionamos el auto, no puedo negar que ver la sala de urgencias frente a mí me alivio de sobremanera, no es un psicópata, al menos. 

Bajamos del auto y nos dirigimos a la puerta del hospital. El recuerdo se acaba y la realidad aclama mi regreso, mi ceño se frunce de inmediato cuando escucho pasar una camilla frente a mí; un suspiro se escapa de mis labios al acomodarme en la sala de espera, llevan horas en la operación y mi mente supone lo peor, siempre lo peor... 

<< "Alicia, no me va a pasar nada, mi amor" Tomás me da un dulce beso en la frente pero mis labios quieren sentir los suyos así que me besa entrelazando sus dedos en mi cabello al tiempo que yo me paro de puntitas para lograr alcanzarlo bien, después de todo un año sigue provocando tantas emociones en mí. >> 

Entonces solo entonces salen los doctores, tanto mi suegra como yo nos acercamos desesperada y escucho justo la noticia que esperaba, lo peor de lo peor. Mi mundo se hace añicos en tan solo un segundo, su madre suelta un grito de dolor y yo quedo estática cuando siento los brazos de su hermano mayor que me envuelven. 

"Tomás sabia los riesgos de la operación, sabía que operar su tumor cerca de los nervios oculares lo podía dejar ciego"  Me decía al oído su hermano, había otras soluciones pero el había decidido esta por mí, porque no podía ver más como pasaba las noches en vela preocupada por si algo le pasaba. 

Necesitaba verlo pero el doctor había dejado muy en claro que esa no era una opción.