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Débil (Parte 3)

hate

Dos semanas sin saber nada de Tómas, dos semanas de que mi corazón estuviera totalmente destruido pero aun así me encontraba frente a su casa, estaba harta de darle su espacio, de llamar recibiendo un continuo no por respuesta así que me armé de valor para poder ir a buscarlo. Toqué el timbre; el sonido del "tin, ton" rodeó todo el lugar logrando que cayera en cuenta de lo que estaba haciendo, era muy tarde para arrepentimientos. 

"Alicia..." La voz de su hermano comprobó el peor de mis miedos, mi presencia no era de su agrado. 

"Quiero hablar con él"

"Yo sé que si pero es que el..." Antes de que terminara su respuesta ya había entrado a la casa buscándolo, debería estar en su antiguo cuarto. Entré sin tocar la puerta y lo vi sentado frente a la ventana jugando con una pelota anti-estrés. 

"Tomás ¿Quién te crees para ni siquiera devolverme las llamadas?" No hizo ningún movimiento, me encabroné tanto por su indiferencia. Se perfectamente que no entiendo por lo que está pasando pero no está solo en esto. 

"Hermano, no pude hacer nada" Interrumpió su hermano con cara de pocos amigos; por mi parte lo fulminé con la mirada. 

"Está bien, déjanos solos" 

Me senté en la cama permaneciendo en completo silencio, no sé cuántos minutos pasaron pero para mí fueron una eternidad y para ser completamente honesta agradecí, de cierta manera, que no pudiera verme. 

"¿Por qué estás aquí. Alicia?"

"¿Cómo que por qué estoy aquí?" La furia hablando de nuevo.

"Creí que estaba bastante claro que habíamos terminado" 

"¿¡Qué!?" 

"Me mudé, no supiste de mí, así se acaba una relación" 

"¿Así se acaba un relación? ¿Quién te dijo esa estupidez? Perdóname, pero para terminar una relación tienes que decirle a la persona por qué razón ya no quieres estar a su lado" 

"Es bastante obvia la razón por la cual ya no quiero seguir con esto" 

"¿¡Por qué estas ciego!? Discúlpame Tomas pero esa no es una razón, yo estoy dispuesta a afrontar esto contigo y lo supiste desde un principio" 

"Pues yo no quiero que afrontes nada conmigo, esta es mi vida Alicia, no la tuya y no quiero hablar más del tema, por favor" 

No hice nada, mi corazón estaba aún peor. Salí del cuarto sin discutir, ni siquiera me despedí de su hermano, el amor de mi vida había decidido terminar conmigo porque simple y sencillamente ya no era parte de su nueva realidad. Una realidad que lo encierra en alguien que no es, no lo reconocí, su tono de voz era frío, distante... distinto. 

Ni nuestro amor que creía, estúpidamente, era como de cuento de hadas había podido con esto, que idiotá por dejarme caer en lo cliché; en que todo lo podíamos porque éramos uno y esto nos había partido en dos.