A • Letras
Débil (Parte 4)
- Detalles
- Category: A • Letras
- Published: 29 Agosto 2016
<< 6 meses después >>
¿Qué había pasado? Me lo seguía preguntando día con día hasta que no pude más con lo que estaba pasando y decidí por mi propio bien empezar de cero, en otra ciudad, con un nuevo trabajo, se podría decir que con una nueva vida pero dentro de todo tenía que cerrar el ciclo con Tomás, un ciclo que al menos yo no había logrado cerrar por completo. De nuevo me encontraba frente a su casa, ni siquiera tuve la intención de pararme aunque fuera cerca de ahí por el miedo a encontrarlo, corte todo tipo de comunicación con su familia e incluso con algunos amigos que teníamos en común, deje que mi trabajo me absorbiera por completo haciéndome la mejor de la empresa por lo cual mi traslado a Estados Unidos no había sido un gran problema, faltaban dos semanas exactas para que me fuera pero era el tiempo correcto para ir a verlo y acabar con todas esas dudas que consumían mis noches.
El timbre sonó dejando que cada partícula de mi cuerpo temblara, tragué saliva tan lento como pude pero mis ojos se quedaron clavados en la ventana que daba justo a la sala, estaba él ahí sentado con una sonrisa de rostro en rostro, entonces me acerque un poco más visualizando la figura que había frente a él, era la de una mujer bailando al ritmo de la música, una música que para mí era lejana; Fue justo en ese momento cuando su madre abrió la puerta y antes de que pronunciara mi nombre coloque mi dedo índice en su boca para que no dijera que era yo mientras las lágrimas corrían por mis mejillas.
-Cariño...- La voz de su madre fue tan dulce que me rompió aún más.
-No, por favor no debí venir
-¿Alicia? - Entonces Tomás se paró dirigiéndose a la puerta con el bastón que le permitió no chocar contra cosas, al estar cerca de él mi corazón comenzó a palpitar fuertemente, mi respiración fue más agitada y mi llanto más agudo.- Reconocería esa voz a kilómetros de distancia, lo sabes ¿Cierto?
-Cierto - El ambiente se tornó incómodo y me mordí los labios como solía hacerlo cuando teníamos una pelea fuerte, sabía que eso siempre lo convencía de perdonarme solo que esta vez ni siquiera podía verme.
-Mamá ¿Puedes dejarnos solos? - Mire como su madre se alejaba de la puerta dirigiéndose con la chica que estaba adentro encaminándola a la cocina, era muy hermosa.
-Ella es muy hermosa, en serio
-Alicia ¿Qué haces aquí?
-Venía a... supongo que a aclararme todo.
-¿Después de seis meses? ¿En serio?
-En dos semanas me mudare a Estados Unidos y no podía dejar lo nuestro así...
-Ya veo, entiendo - Note como su gesto cambió, se puso tenso como solía hacerlo cuando no estaba de acuerdo conmigo en algo. - Supongo que quieres una explicación, una buena.
-Así es...
-No la tengo
-¿No la tienes? ¿Es lo único que vas a decir?
-Es absurdo si quiera que lo intente
-¿Qué intentes qué? - Entonces repentinamente me tomo de la cintura tirando su bastón a un lado abrazándome fuertemente al tiempo que sus labios se juntaban con los míos, me dio un beso largo, pasional, podía sentir como la vida regresaba a ambos, como nos consumíamos, como el tiempo no había importado pero en el mejor momento, justo cuando más estaba disfrutando de su cercanía paro en seco.
-No sabes cómo extraño poder ver tu rostro, ya casi no lo recuerdo - Lo mire a los ojos y note que las lágrimas rodaban por sus mejillas, su mano se dirigió a mi rostro acariciándolo lentamente, dejándome disfrutar de su tacto.- Debes irte Alicia, lejos.
-¿Qué? ¿De qué hablas?
-¿Querías una explicación? No puedo permitirte vivir con alguien como yo, no puedo permitirme arruinarte de esta manera, no puedo permitirme estar cerca de ti sin poder ver ese rostro que tanto amo, esos hoyuelos que se te hacían en las mejillas al sonreír cuando llegaba a casa, ese cabello despeinado cuando despertabas por la mañana. No puedo permitirme no volver a disfrutar ver la silueta de tu cuerpo desnudo o esos ojos color café penetrante que tanto mi hipnotizaban, no puedo vivir sabiendo que ya no tendré eso.
Entonces todo cobró sentido, él no quería estar conmigo porque lo lastimaba, todo este tiempo estuve equivocada, todo este tiempo estuve sufriendo por nada.
-Encontraremos una solución solo dime que me quede, solo dime que vuelva contigo y lo haré Tomás.
-No, lo siento Alicia pero no puedo.
-¿Tomás? ¿Está todo bien, cariño?- Era esa chica que había visto bailar anteriormente, también tenía la mirada perdida y ese bastón para no tropezarse, justo como Tomás ella también era ciega. Lo entendí todo, él ya tenía a alguien que lo entendería... mejor que yo.
-Sí, Amelia, no te preocupes - Entonces sin decir nada besé su mejilla retirándome sin mirar atrás- ¡ALICIA, ESPERA!
Pero no pude hacerlo, no pude verlo, no pude.