Construyendo el reino.

Todos los que leen esta palabra y están familiarizados con ella saben lo que es pertenecer a una religión que... quiere que construyamos el reino de Dios en nuestra vida, ser buenas personas conforme a lo que se nos dicta, hacer y trabajar para que todo sea perfecto pero la realidad es que eso tal vez no sea construir el reino. A diario veo a gente ajena a mi religión construyendo el reino a su forma y me parece maravillosa, veo gente levantándose todos los días a dejar sus hijos a la escuela, veo gente sonriéndome o pidiéndome permiso para pasar, veo gente compartiendo cosas en Facebook sobre cómo les esta yendo en la vida o compartiendo música a otros para alegrarles el día, además de mandar mensaje de buenos días o poner un comentario lindo en alguna foto que se subió a redes sociales y eso... ¡Eso es construir el reino! 

No hablemos de religiones o de posiciones sociales hablemos de dignificar a la persona que tienes al lado sin importar quien sea... no sabes lo que hay ese momento en su vida una sonrisa no te cuesta o un trato amable, dejemos de pensar en actitudes enormes para cambiar el mundo y hablemos de actitudes pequeñas que cambien el mundo de una persona. 

Me he puesto el reto de diariamente cambiar el mundo de una persona, aunque sea con un gesto pequeño, con un “Te ves bien” en una foto o de frente, con un “Te quiero” espontaneo o con dejar pasar alguien delante de mi porque lo veo con prisa y eso puede cambiar su día o no tocar el claxon si veo que alguien se metió frente a mí en el trafico, no sabemos de vidas. 

Tú ya construyes el reino con esto, no te exijas tanto que ser buena persona no es ser perfecto.

Seamos héroes en lo cotidiano porque vaya que se puede.