Entonces sentí cómo mi sangre ya no recorría más mi cuerpo, como mi corazón ya no latía, estaba irremediablemente muerta (La verdad es que me gusta empezar en el final, ya saben, me gusta leer la última página de un libro, comerme primero el postre, etc.) 

Me llamaba Lucia, amaba el chocolate, amaba leer, amaba correr, amaba andar en bici, sí, eso era lo mejor pero decidí quitarme la vida (Y cuando digo quitarme la vida no me refiero a suicidarme aunque tal vez tú que estás leyendo esto pienses que sí porque no vas a entenderlo por más que lo leas) tenía 25 años, vaya juventud de poco me sirvió, no importa que tan joven eres cuando la muerte decide que ya no vas a vivir más pues... te jodes. 

No crean que no luché como loca contra la tristeza que contenía mi corazón, por supuesto que lo hice, es más... todas las mañanas me levantaba con una sonrisa en el rostro, aunque fuera hipócrita el contestar que todo estaba increíble, que en verdad ese era un gran día pero es más fácil decir eso para que tu gente no se altere o se preocupe; no me gustaba ser una carga para ellos, no podía serlo porque los amaba. 

Sé que con mi muerte descansaron, tanto mis amigos como mi familia (Qué egoísta ¿No?) tal vez lloraron mi muerte un tiempo y me extrañaron otro poco, pero la verdad es que fue más liberadora mi partida que otra cosa. 

Pero no crean que con mi muerte me sentí triste o algo por el estilo, al contrarío me fui tan tranquila, tan en paz, tan segura de la decisión, obviamente no le dije a absolutamente nadie que me había dejado vencer porque ellos (como ustedes) lo tomaban así, para mi el morir fue más victoria que otra cosa. 

Sin embargo, estuve todo lo que pude luchando con esto que llevaba dentro, incluso nos hicimos amigos, tal vez no hubiera sido yo en ese tiempo si no me hubiera pasado. Estoy segura que a cualquier persona que le pase es más fácil decirle que luche y sí, la vida lo vale, pero llega un punto en donde tu victoria es irte. 

Así de culero es el cáncer, así de la nada llega y así de poco lo entiende la gente que no lo tuvo; luché pero desgraciada o afortunadamente no lo diagnosticaron a tiempo, los últimos meses fueron buenos muy buenos. 

Sí, tú que lees esto, no entiendas porque si entiendes significa que lo tienes; pero si no entiendes, solo abraza fuerte para después soltar... 

Porque estoy bien, muy bien.