Los días pasaron lentos en el hospital mientras me recuperaba, algunos decían que era un milagro no tener algún tipo de daño cerebral por mi parte lo creía mi propio infierno. Ver a mi familia me hizo bien pero nadie menciono a Gabriela ¿Por qué no la mencionaban? Tal vez estaban molestos con ella por haberme abandonado pero yo no lo estaba, la comprendía a la perfección… 

-Natalia, tienes que decirme donde esta- Mi hermana recién llegaba de la escuela, era maestra y por su semblante sabía que había sido un buen día. Su cabello rizado estaba despeinado como siempre pero esa sonrisa amplia no desaparecia desde que se enteró de mi recuperación al igual que el brillo en sus ojos color café; era fastidioso que todos estuvieran tan felices y yo… no. 

-¿De quién hablas? 

-¿Cómo que de quién hablo? De Gabriela, necesito verla o que alguien me diga que fue lo que paso con ella, es como si…

-No existiera- Cuando me interrumpió de inmediato mi ceño se fruncio ¿Tan mal había terminado todo con Gabriela como para que mi familia la odiaría de esa forma?- Miguel, por primera vez en la vida ten paciencia, cuando te recuperes todo será mejor 

-¿Qué hizo? Tu y ella eran grandes amigas… 

-Me fue muy bien hoy en clases – Se puso frente a mi cama comenzando a hablarme en el lenguaje a señas que habíamos creado de pequeños para comunicarnos frente a nuestros padres “No está bien, tienes que recuperarte pronto para irla a buscar, no puedo decirte más o…”

-Natalia ¿Qué haces? – La voz de mi madre hizo que se detuviera al tiempo que yo rodaba los ojos, carajo no podía haber llegado en un peor momento. -Solo le contaba a mi hermano sobre mi día, mamá

-Bueno, debe estar cansado, dejémoslo dormir 

-¿Dormir? Llevo 5 años durmiendo, madre ¡Quiero salir de aquí ahora!

Pero no obtuve respuesta solo una sonrisa de parte de mi madre después de que se llevará a Natalia casi a rastras del lugar ¿Qué carajos había pasado en estos últimos cinco años? ¿Acaso todos se habían vuelto locos? Pero había una cosa en principal que no dejaba en paz mi mente “Recuperaté pronto para irla a buscar” ¿Irla a buscar a dónde? ¿Qué carajos le había pasado a Gabriela y por qué mi hermana no podía decírmelo?