¿Qué tal un poco de punk, baile y ruido... e incluso un toque de stoner?

2014 fue el año elegido por este par de inadaptados para lanzar su tan esperado álbum The Physical World. Después de haberse separado hace ya casi una década, Death from Above 1979 decide volver al garaje para saber si aún funcionaba ese Rickenbacker que junto a la percusión de platillos y hi hats encorvados, ansiaba su regreso.

Aquellos que escucharon You're a Woman, I'm a Machine, saben de lo que hablo. Dos músicos más paquidermos que humanos, hacen a un lado sus diferencias, y regresan con más fuerza de la esperada.

Desde el inicio se darán cuenta de que tal va a estar la fiesta con "Cheap Talk", una batería y un bajo tan contagiosos como aplastantes truenas las bocinas. Con "Right On, Frankenstein" recordamos ese tono rosado y agresivo a la vez que los canadienses siguen explotando.

"What he said, What she said, It doesn't really matter in the end"

Si vas en auto ten cuidado cuando este "Virgins" porque un compás rocoso querrá que azotes la cabeza contra el volante (Lo último que verás vivo será la bolsa de aire).

Con "Always On" descansamos pero seguimos con un tono fresco. Y en "Cristal Ball" vuelve la fiesta de coros movidos.

De pronto, en "White is Red" baja la velocidad, pero la fuerza y el sentimiento te atrapan. Definitivamente una de sus mejores composiciones. Hace recordar ese "Nada es lo que era", pero sin perder la esperanza a ese espíritu rebelde y subterráneo que espera por ser descubierto.

En "Trainwreck 1979" uno se queda sin palabras. El bombo hipnotiza con un ritmo tan marcado y lleno de energía que inmediatamente intentarás tararear la letra de tu nueva canción favorita.

Uuuuu u uuuu Cause I want it all, I can't get enough!

Con "Nothing Left" hasta las neuronas se unen al baile.

Mientras que en Government Trash el bajo megadistorsionado hace guerra con la batería.

La explosión sigue con Gemini, otra buena rola para viajar a más de 120 km/hr. Y por último este gran disco se despide de este Mundo Físico lleno de incongruencias, precisamente con The Physical World, una rola poderosa, que incluso deja la impresión de una ópera rock.

Letras cínicas pero con estilo retratan nuestro tiempo y acompañan las melodías de este, uno de los mejores discos del año pasado. Sin duda Death from Above 1979 es parte ya de la historia del rock. Sebastien Grainger y Jesse F.

Keeler siguen siendo tan arresgados como subersivos, tan creativos como capaces de marcar la diferencia. Y si no me crees, te invito a escucharlos.

 Por: Miguel Angel Manjarrez

Gracias a Traffic Noticias, de ahi tomamos prestada/robada esta información.