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“Seremos una sociedad sin prensa”: Pedro Valtierra
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- Published: 04 Agosto 2015
La indefensión de los periodistas en México, “aterroriza”. La saña con que fue asesinado el fotógrafo Rubén Espinosa Becerril, “asusta”. El país atraviesa por una crisis moral y política que “espanta”.
Con estos calificativos se expresa el fotógrafo Pedro Valtierra, director de la agencia Cuartoscuro, uno de los tres medios en los que colaboraba Espinosa Becerril, asesinado en la Ciudad de México el pasado viernes, junto con cuatro mujeres, una de ellas activista.
Valtierra habla sobre el momento que atraviesa la prensa mexicana tras el homicidio del fotógrafo. Espinosa Becerril es el séptimo periodista asesinado este año y el catorceavo en lo que va de la gestión de Javier Duarte de Ochoa como Gobernador de Veracruz, entidad de la que, el 9 de junio pasado, el joven fotógrafo de 31 años huyó luego de más de dos años de ser intimidado, hostigado, agredido y amenazado.
En una entrevista que el pasado 1 de julio sostuvo con la reportera Shaila Rosagel, de SinEmbargo, Espinosa Becerril señaló directamente al Gobierno de Veracruz como responsable de esas acciones en su contra. Dijo que había optado por abandonar la entidad por miedo a convertirse en el siguiente periodista asesinado ahí.
Menos de dos meses después de salir de Veracruz, el fotógrafo –también corresponsal de la revista Proceso en Veracruz y fotógrafo de planta de la agencia AVC Noticias– fue encontrado muerto en un departamento de la colonia Narvarte, en la capital del país. De acuerdo con la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), recibió un disparo en la cabeza; versiones extraoficiales refieren que tendría otros dos impactos de bala en el pecho, además de señas de tortura. Junto con él fueron asesinadas la antropóloga y promotora cultural Nadia Vera Pérez, una maquillista de 18 años, una colombiana de 29 años y una empleada doméstica de 40 años.
En entrevista telefónica con SinEmbargo, Valtierra no señala culpables pero asegura que no tiene dudas de que Rubén Espinosa fue asesinado por su trabajo periodístico. Con esa convicción, rechaza la posibilidad, planteada por la Procuraduría capitalina, de que se hubiera tratado solamente de un robo.
“Se tienen que investigar las amenazas porque este joven hacía fotografía periodística, es un periodista. Y pensamos que por ese trabajo periodístico fue hostilizado y nosotros pensamos que fue asesinado por eso. De eso no tengo la menor duda”, señala. Más adelante durante la charla, agrega sobre el mismo tema: “Me da la impresión de que nos quieren engañar”.
El veterano fotógrafo plantea que México se encuentra en su peor crisis moral y política en muchos años, en la que la respuesta a las voces críticas es la muerte.
“La falta de comprender la necesidad de la autocrítica y la critica, la falta de capacidad de comprender que la crítica beneficia. Yo veo ahí una crisis política y moral de quienes están al frente que espanta. Pero no resolver los asesinatos, no resolver los problemas que se tienen, eso ha generado que cualquier persona, cualquier político resuelva las cosas de esta manera: matando”, sostiene.
Con esa contundencia habla también de que el periodismo ha aportado una “cuota muy alta” de sangre ante esa cerrazón frente a la crítica, que permea en el país.
Y advierte: “El riesgo que tenemos es que ya no podemos hablar; seremos una sociedad sin prensa, sin periodistas, porque a alguien no le gusta que se critique”.
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–Desde hace tiempo Rubén Espinosa había denunciado este clima de hostigamiento y agresiones en Veracruz, no sólo en su caso particular sino de manera general, hacia los reporteros. Se trata también la entidad donde han sido asesinados más periodistas. Ante este panorama, ¿qué es lo que ha significado el estado de Veracruz para el periodismo en estos últimos años? –pregunta SinEmbargo.
–Yo creo que Veracruz tiene el historial más violento en contra de los periodistas. El dato exacto no lo tengo, pero creo que es el segundo estado o el primer estado en la República en que han matado a más periodistas. ¿Qué significa eso para el periodismo? Significa un atraso terrible en la conducción política de un estado, habla de la incapacidad, de la falta de respeto a los derechos humanos, a los derechos de la libertad de expresión, ese es el riesgo que se vive de tener de pronto personas que no gobiernan. Pienso que México está en una situación muy difícil, muy delicada, y el periodismo más. El periodismo ha aportado ya una cuota muy alta, y en Veracruz ha aportado una cuota muy alta, que nos deja pasmados y que en otras partes del mundo no se entiende, están asustados –dice Pedro Valtierra.
–¿A qué atribuyes esa creciente vulneración de los periodistas en ese estado? ¿Qué tanto ha contribuido la impunidad en los casos más graves, que han sido los asesinatos de periodistas?
–Yo creo que ha influido mucho en esta situación la impunidad, el no resolver los problemas, el no meter en orden a los distintos niveles de gobierno, eso ha llevado a que el estado se salga de control y los periodistas sean las primeras víctimas. La falta de comprender la necesidad de la autocrítica y la critica, la falta de capacidad de comprender que la crítica beneficia. Yo veo ahí una crisis política y moral de quienes están al frente que espanta. Pero no resolver los asesinatos, no resolver los problemas que se tienen, eso ha generado que cualquier persona, cualquier político resuelva las cosas de esta manera: matando. Es como decía la ley de la selva.
–Comentaste que ha sido una cuota muy alta la que estamos pagando los periodistas, ¿por qué somos los periodistas los que estamos pagando ante una crisis política, ante esta falta de comprensión de las autoridades de la necesidad de un estado democrático?
–Yo creo que en el periodismo es donde se están dando las críticas más abiertas, siempre en los medios es donde se puede dar la opinión. Aunque también debemos señalar que no solamente los periodistas: yo creo que la cuota que nosotros hemos puesto ha sido alta, pero la cuota que ha sido la sociedad en general ha sido muy alta. Los muertos que hay en esta lucha, que no es una guerra, es una lucha entre grupos, nos ha dejado miles de muertos y una parte de los periodistas, que evidentemente estamos inmersos en el tema porque somos a los que nos toca informar, somos a los que nos toca transmitirla información, evidentemente que la información que se está haciendo daña, toca algunos intereses y entonces la mejor manera de resolverlo es matando. A mí lo que me llama la atención y creo, yo no soy más que un periodista, un fotógrafo de prensa que ve y que anda en la calle observando, yo creo, tengo la percepción de que estamos viviendo la peor crisis moral y política de este país, de muchos años. Hay una especie de desvergüenza. Bueno, la sociedad también tiene que preguntarse dónde fue que fallamos, en dónde fue que permitimos todo esto.
–¿Consideras que en este tenor de esta crisis moral y política, las agresiones a los periodistas son un reflejo o de alguna manera un indicador de esta crisis?
–Sí, por supuesto, porque no es solamente los periodistas, sino la sociedad en general los que han muerto. Entonces hay una falta de respeto, de ética hacia las personas en general, hacia el que te diga algo, al que no esté de acuerdo contigo, pues te eliminan. Eso me parece que habla de la peor crisis moral y de principios que una sociedad tiene. Yo creo que los propios políticos tendrían que hacerse una autocrítica, sé que es algo romántico lo que estoy diciendo pero me gustaría escucharlos, que alguien dé el primer paso. Necesitamos un cambio, necesitamos otra situación en la que los periodistas y la sociedad ya no estén poniendo los muertos. Por ejemplo, en el caso de Rubén ¿qué fotos tomó?, ¿sus fotos pusieron en riesgo la estabilidad de alguien para matarlo con esa saña? [...] Hay una saña, hay una necedad que no entiende uno ni comprende, uno que está en la calle y conoce más o menos este país, pues sí da miedo. Asusta.
–Antes de Rubén hubo 13 periodistas asesinados en Veracruz. El salió justamente porque no quería convertirse en uno más; sin embargo, finalmente es asesinado en el Distrito Federal. El hecho de que haya sido un periodista exiliado de ese estado, que finalmente es asesinado en la capital del país, ¿qué mensaje se lanza con esto?, ¿qué implica que un periodista sea asesinado de esa manera y dada la condición en que se encontraba?
–Lo que implica es que ya no hay seguridad en ninguna parte; implica que quienes lo quisieron eliminar, yo creo, a reserva de lo que diga la investigación, quien quiso eliminarlo vino y se lo echó hasta acá. Eso habla de la inseguridad que estamos viviendo en el país, no solamente en los estados de la República, sino también en el mismo país, que por más que se quiera blindar, como dicen, ese es un término político. Un blindaje para detener el asesinato de los periodistas es la educación, es la salud, es atender las demandas urgentes que tiene la sociedad, es el mejor blindaje. No más policías, no más patrullas, porque ten venden la idea de que con más patrullas vas a resolver la inseguridad [...] Pienso que ya no nos quedan refugios en el país para estar seguros. El riesgo que tenemos es que ya no podemos hablar; seremos una sociedad sin prensa, sin periodistas, porque a alguien no le gusta que se critique. No somos, con todo respeto a aquéllos que pregonan la democracia, no somos una sociedad democrática. Si la vida política y la crítica periodística se resuelven con balas, yo no le pongo nombres, ¿qué estamos viviendo?, ¿cómo es una sociedad democrática? Es una sociedad salvajona, ¿no?
–¿Hablamos de que esta situación que se vive en Veracruz ha trascendido ahora a todo el país?
–Ha trascendido y a permeado en otros estados, porque evidentemente ha permeado en el Distrito Federal, que fue, como dicen, otrora el centro de protección o una isla de protección, donde no había nada, donde había seguridad, pero ahora ya ni aquí. Precisamente ayer hablaba con otro periodista veracruzano en el sentido de que también va a salir de allí, y tiene considerado salir no sólo al Distrito Federal sino irse un poco más lejos, precisamente porque en el Distrito Federal ya tampoco hay seguridad.
INDICIOS SOBRE LA RESPONSABILIDAD
–Mencionaste que tú no pones nombres. Sin embargo, el propio Rubén Espinosa hizo señalamientos directos al Gobernador y al gobierno de Javier Duarte. Ustedes en Cuartoscuro tenían conocimiento, me imagino, de estos señalamientos...
–Yo no quiero ser un poco descuidado en ese sentido. Me han criticado que debo ser duro y señalar que es Duarte y yo no lo puedo señalar [...]. Yo no acuso a Javier Duarte porque yo no soy investigador, soy cuidadoso en lo que digo y porque finalmente, desde el punto de vista legal, yo como periodista para acusar a Duarte tendría que tener las pruebas y la investigación. Yo creo que tampoco estamos en un momento para andar acusando y acusando; yo creo que hay indicios y yo le creo a Rubén. Él incluso llegó a trabajar en la campaña de Duarte, él trabajó con el Gobernador. Entonces yo sí creo, porque además otros periodistas veracruzanos han señalado esto reiteradamente.
A mí, y he sido muy claro en este sentido, yo no acuso a nadie. Yo sí digo que hay indicios, hay persecución y que eventualmente algunos de los que persiguieron a Rubén trabajan en el Gobierno de Duarte, pero no puedo ser irresponsable y decir “esto es así”. Pero hay que esperar la investigación, y también evidentemente hay una preocupación entre todos los medios, sobre todo en las organizaciones que han estado trabajando junto con los periodistas, con los asesinatos de periodistas, la sensación de que no se resuelve, que no se avanza y que hay mucha impunidad.
Y en este caso, yo he estado en reuniones con periodistas, noto mucho ese ambiente de que no creen que se vaya a resolver, creen que a este asunto ya se le dio carpetazo prácticamente, con las versiones que están saliendo, algunos periodistas creen que esto ya se resolvió y se resolvió como si fuera un asalto, cosa que yo no estoy de acuerdo.
–Sobre el asunto de la investigación, ya es conocida la versión de la Procuraduría [General de Justicia del Distrito Federal]. También se sabe, por la propia Procuraduría, que tanto Rubén como las mujeres con las que fue encontrado tenían el tiro de gracia; se señala también que hay indicios de tortura. Con estos elementos, sumados a los antecedentes de Rubén sobre amenazas que tenía por su trabajo, ¿qué puedes decir sobre esta versión de la Procuraduría, que está apuntalando a que pudiera tratarse de un robo?
–Yo creo que un robo, no. Tú ves la casa, la casa tiene mucha seguridad, es en un cuarto piso, [ocurrió] en la tarde, hubo disparos [aunque] hay medidas para que no se escuchen los disparos. A mí se me hace raro, pero yo no soy experto. ¿Cuál es mi opinión respecto de eso? Que lo quieren presentar desde el principio como si fuera un asalto y también como un feminicidio, van a seguir esa línea de investigación, pero básicamente es como una especie de asalto. Yo no estoy de acuerdo con eso, por supuesto.
Yo creo que se tienen que considerar todos estos elementos, que toda la prensa en el país está diciendo y que en Veracruz se han estado presentando reiteradamente: él estaba siendo perseguido y hostilizado, según palabras de Rubén, por el Gobierno de Duarte, y se tiene que seguir una línea de investigación. ¿O por qué seguiríamos a Hitler? Perdóname, yo pregunto, ¿o por qué seguiríamos a otra persona?
Si este fotógrafo estaba siendo perseguido y como hay el antecedente de que lo han instigado, no en el Distrito Federal sino en otras partes, la duda de los periodistas siempre está ahí, lamentablemente. Pero es una buena oportunidad para la justicia, también se puede trabajar bien y también pueden convencer a todo mundo que es cierto. A mí lo que me llama la atención es que sea tan rápido [...] me da la impresión de que nos quieren engañar.
–Entiendo que tú, junto con organizaciones defensoras de periodistas, sostuvieron una reunión con el Procurador [ Rodolfo] Ríos Garza. ¿Esta postura que dio ante los medios también la reiteró con ustedes, de apuntalar el robo como una línea de investigación?
–Sí, lo que dijo a los periodistas nos lo dijo a nosotros también. Eso era un poco lo que tenían ellos hasta el día de ayer, en unas cuantas horas de investigación. Ahí mismo se les dijo que no estábamos de acuerdo, que era necesario que se considerara también como línea de investigación que era un fotógrafo perseguido por el Gobierno de Veracruz y que había recibido amenazas.
–¿Y hubo una reacción por parte del Procurador sobre ese punto que hicieron notar?
–No. Se comprometió a que lo van a integrar. No sabían que era fotógrafo, no sabían que era periodista, porque les habían robado toda la documentación. Pero bueno, una vez que ya saben, se supone que lo van a integrar [...]. Creo que ya lo dijo hace rato.
–¿Para ustedes sí es el trabajo periodístico una línea que tendría que privilegiarse en la investigación?
–Absolutamente, ahí no tengo ninguna duda. Se tienen que investigar las amenazas porque este joven hacía fotografía periodística, es un periodista. Y pensamos que por ese trabajo periodístico fue hostilizado y nosotros pensamos que fue asesinado por eso. De eso no tengo la menor duda.
En el panteón, en la despedida de Rubén. Foto: Cuartoscuro
PERIODISTAS, ENTRE LA INDEFENSIÓN Y LA ORGANIZACIÓN
–¿Ustedes en la agencia tenían conocimiento desde que empezó a advertir sobre el temor que tenía de que era perseguido, sobre las agresiones? ¿Estuvieron al tanto ustedes de esta situación?
–Sí, nosotros estábamos al tanto desde que llegó aquí. Ya desde antes había estado siendo perseguido, hostilizado, y estábamos al tanto. Y yo lo digo: nunca pensé que fuera a pasar esto, me da un poco de...no es que me sienta responsable, pero me duele mucho que nos haya contado esas cosas y la incapacidad de no poder haberlo cuidado o atenderlo mejor. Yo nunca pensé que lo fuera a matar nadie, pensamos que era suficiente con que estuviera en el Distrito Federal.
–Rubén desde Veracruz y en el exilio denunció esta situación de persecución y amenazas, también habló de la violencia en Veracruz, pero esos llamados de alerta al final no resultaron, no fueron atendidos por nadie. ¿Qué nos dice eso, en tu opinión, sobre el estado de indefensión en que se encuentran los periodistas?
–Eso es algo lamentable, algo que todavía nos aterroriza más porque eso debió haber sido su demanda de seguridad por lo menos en Veracruz. El gobierno de Veracruz estaba en la obligación de darle la atención y la seguridad para proteger su vida y más cuando ya ha habido tanto periodista asesinado. Era la obligación de él [el gobierno], pero lo dejaron solo. Eso tendrán que responderlo en algún momento, ¿por qué lo dejaron solo?
–El hecho de haber salido al Distrito Federal implicaría que no sólo fueron las autoridades de Veracruz, también el Mecanismo de Protección a Periodistas [de índole federal]. Pero también los medios, la sociedad. No sé si hablar de una responsabilidad, pero ¿qué papel jugamos otros actores en esta indefensión hacia Rubén y hacia los periodistas?
–Nosotros estamos absolutamente indefensos ante el poder. ¿Qué podemos hacer? Solamente organizarnos o hacer este tipo de declaraciones. Tendríamos que tomar decisiones en el sentido de organizar mejor nuestra vida, nuestra sociedad. Y ya hemos visto que los partidos políticos no son una muy buena organización que defienda los intereses de la sociedad y pienso que esto habla de que vayamos pensando en otras cosas, entre periodistas y la sociedad [...]. A mí me parece que sí tenemos que reflexionar mucho juntos, la sociedad con los periodistas para saber realmente qué vamos a hacer. Nosotros como periodistas solamente contamos la historia, los hechos de lo que pasa. Nosotros no somos responsables de si está mal la sociedad o si está mal el gobierno, porque luego nos acusan, nos acusan de ser parte del problema o nos acusan de fomentar la violencia cuando en realidad nosotros lo único que estamos haciendo es un registro.
El periodismo se hizo para registrar la nota, la información, las noticias buenas, las noticias malas [...]. De pronto nos acusan a nosotros, a los periodistas, de ser responsables de los errores de los demás. Yo creo que es un momento bueno para reflexionar y para buscar alternativas, porque está canija la situación. Yo ya no voy a citar ningún caso de los que han pasado en este país, solamente me concentro en lo que le pasó a este periodista, pero hay muchos casos que reclaman la atención urgente. No esperar un milagro, tenemos que enfrentarlo.
–¿Tienes alguna idea de qué modo nos corresponde ahora organizarnos? Decías que notabas entre algunos colegas este sentimiento de que no va a pasar nada [con el caso de Rubén Espinosa]. ¿De qué manera podemos incidir para cambiar, al menos, ese ánimo?
–Yo creo que primero tenemos que confiar más en nosotros, en los periodistas como gremio, más allá de si le da una organización un nombre, pero sí tenemos que empezar urgentemente en que el gremio de los periodistas trabaje para defensa de los propios periodistas, más allá de los protagonismos, de las distintas vanidades, más allá de todo eso, yo creo que sí es bueno que nos sentemos a platicar sobre un futuro, sobre organizar algo solamente para sobrevivir [...]. Los periodistas necesitamos una mayor organización, porque luego no tenemos claro muchas cosas pese a que estamos en medio de los problemas. Necesitamos madurez y también autocrítica y también ver las opciones que tenemos, ver qué pasa en otros países, Chile, Argentina, Brasil, cómo están organizados.
–Y no quitar el dedo del renglón en lo que toca a la responsabilidad de las autoridades...
–No, porque así como estamos sí nos van a agarrar muy débiles y van a hacer con nosotros lo que quieran.
Gracias a Sin Embargo MX, de ahí tomamos prestada/robada esta información.