1. Tu felicidad aumentará
Consumir azúcar con mucha frecuencia se convierte en algo adictivo y cuando menos te das cuenta, le pones más de tres cucharadas a tu café o comes más dulces de lo común.
2. La juventud regresará a tu piel
Cuando comemos demasiada azúcar, el colágeno y la elastina se dañan, lo que provoca que nuestra piel pierda ese toque shiny que nos fascina y aparezcan las líneas de expresión a edad temprana. Así que si quieres una piel radiante, ya sabes qué hacer.
3. Adiós al mal aliento y hola a una hermosa sonrisa
¿Sabías que las bacterias de tu boca se alimentan de azúcar? Por más veces que laves tus dientes si la consumes en exceso además de posibles caries, comenzarás a tener mal aliento y dañar tu esmalte dental.
4. Tu corazón estará más sano
Las enfermedades cardiovasculares están completamente relacionadas con la ingesta alta de azúcares, pero al limitarla o eliminarla de la dieta, los niveles de triglicéridos en la sangre disminuyen la posibilidad de padecer alguno de estos problemas.
5. Tu hígado y riñones te lo agradecerán
¿Sabías que el consumo de azúcar tiene un efecto muy parecido al del alcohol en tu hígado? Además, puede provocarte cálculos renales, cosa que claramente no deseamos. Así que opta por bebidas naturales en lugar de las ultraprocesadas ricas en azúcares.
6. ¡Pierdes peso!
El azúcar que ingerimos no es procesado, por lo que nuestro organismo lo guarda como grasa para estabilizar los niveles de insulina, lo que nos provoca un aumento de peso.
7. Tendrás más energía
Muchas veces creemos que comer un dulce nos despertará de ese letargo en el que estamos y podremos realizar nuestras actividades mejor.
8. Tus ciclos de sueño mejorarán
Seguro tu mamá te dijo de niña que después de las 6:00 p.m. no debes comer dulces. La realidad es que independientemente de la hora a la que se haya comido, este ingrediente provocará trastornos de sueño, pues el azúcar altera el funcionamiento del cerebro y evita que te relajes.