Adicción Comunicación

El feminismo no sólo se hace notar en marzo con la marcha del 8 en calles que se pintan de morado con pancartas, diamantina, pintura… todas esas mujeres que marchan con el mismo fin: acabar con el patriarcado. Un movimiento que representa la lucha y la liberación de muchas mujeres que han sido víctimas de abuso, de violencia, mujeres que durante mucho tiempo fueron silenciadas pero que hoy nunca más y se unen con mucha valentía, mucho coraje, con la fuerza de todos los siglos.
¿Una razón más para marchar? La que en septiembre, el 28, nos convoca a seguir reflexionando sobre la condición de ser mujer en el Dia de Acción Global por el Aborto Legal. ¿El propósito? La despenalización del aborto en los estados que aún no se legisla. Las calles de varias ciudades se llenan de color verde, las consignas son gritadas a los cuatro vientos, las mujeres quieren ser escuchadas…
El aborto, un tema polémico en la sociedad, que si está mal, que si está bien… hablaré desde mi perspectiva pues, como todas las mujeres, deseo ser escuchada. Quiero recalcar que al principio, a eso de mis 12 años, estaba completamente en contra de esta acción y aunque seguramente se piense que a esa edad ni siquiera tendría una opinión en el tema, lo cierto es que mucho influye la ideología de los padres. Mis papás están totalmente en contra y en ese momento de mi vida yo era igual, lo veía como algo malo, desvergonzado, inaceptable. Mis amistades, mis maestras me ayudaron a percibir cómo era el otro lado, el lado de las mujeres que no están listas para ser madres, el lado de aquellas que fueron violadas, ese lado en donde no quieren tener hijos pero la pareja sí y simplemente por obedecer los cánones, “debes cumplir tu obligación”, ¡ese lado injusto!
Después de un tiempo me di cuenta y fui empática que fue lo más importante en esta decisión, generar empatía con todas las mujeres, pero más con aquellas que no quieren ser madres. Me informé del movimiento feminista y sus propósitos y ahí fue cuando entendí que estar a favor del aborto no es malo, hay muchas razones por las cuales una mujer puede abortar.
Buscar la legalización para que toda mujer que quiera abortar pueda hacerlo segura y sin correr riesgos es un derecho. Entre hermanas nos cuidamos, el aborto debería ser legal, las mujeres deberían de poder decidir sobre su cuerpo y como sociedad nos toca informarnos y promover la empatía para dejar de pensar que toda mujer que aborta es una “prostituta”.